Más atractiva aún está resultando una secta más nueva, originaria -al menos en su poder expansivo- en nuestro siglo 21, proveniente del Brasil llamada “Oración fuerte al espíritu santo” o “Pare de sufrir”, con nombres engañosos y propuestas también engañosas, con terminología bíblica manipulada, para dar una apariencia cristiana, de manera que -igual que la cizaña se parece al trigo- esos nombres y esas propuestas se parezcan a lo católico.
En Venezuela esta nueva secta ha crecido 10,6 veces (de 0,17% a 1,8%) entre el 2000 y el 2002, gracias a sus grandes recursos económicos y a un fuerte poder de penetración a través de la TV.
Como el Enemigo siembra cizaña en todo momento, ahora la siembra de esa manera. Y esa cizaña comienza a crecer abundante en medio del trigo. El nombre engaña a los Católicos (“Oración fuerte al espíritu santo”). Y el lema -aunque no debiera engañar, pues es abiertamente anti-evangélico (“Pare de sufrir”), engaña a los Católicos que creen que en esta vida no tenemos por qué sufrir, y que -en todo caso- no desean sufrir, ni aceptan sufrir, por lo que se dejan convencer de que, para lograr estar libres del sufrimiento, Dios puede ser manipulado.
Recordemos que, respecto del sufrimiento, Cristo nos ha mostrado con su vida, pasión y muerte, todo lo contrario. Además, también nos ha enseñado que todo bien nos viene del sufrimiento y que para seguirlo a El, cada uno debe tomar su cruz.
Pero el Demonio engaña y prepara sus paquetes de mentiras muy bien, muy a la medida de lo que la gente quiere. Y como la gente no quiere sufrir, como la gente no se da cuenta de todo lo que Dios puede hacer de bien para nuestra alma a través de sufrimiento, es fácil dejarse engañar por el Maligno, que es el inventor de la mentira y del engaño.
Mezclan hechos y cosas de la Biblia para designar sustancias y parecer cristianos: “la mezcla de aceite y vino, mezcla del buen samaritano”, para los enfermos o para cualquier necesidad. Se proclaman “la nueva Iglesia de Israel”.
Y así esta nueva secta está haciendo estragos en el débil trigo que somos la mayoría de los bautizados Católicos. Este nuevo movimiento se auto-promueve con programas diarios de TV, convenciendo a los Católicos con promesas atractivas de curaciones, de éxito y prosperidad.
También es ocultista esta nueva secta, aunque el ocultismo lo tiene bastante “oculto”, pues todo parece muy cristiano. Pero sólo el ritual del vaso de agua después de cada presentación promocional en la TV es muestra suficiente.
Y los engañados consiguen como pueden las abultadas contribuciones monetarias, requerimiento exigido para unirse a esta secta. Por cierto, lo de la exigencia económica no lo dicen en TV, sino en las reuniones (“Santa Cena de los diezmistas”), donde les aseguran que se les resolverán todas las situaciones inconvenientes que se les presenten, una vez que formen parte de esta secta.
Y, lamentablemente, no se da cuenta la gente que, al pagar su cuota para ingresar a tan nefasto grupo, están de hecho ingresando al mundo del Maligno.
Fundador de secta "Pare de Sufrir" acusado de lavado de dinero en Brasil
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