Rut 4:
1. Boaz se sentó al lado de la puerta de la ciudad a esperar que pasara el pariente que debía rescatar a Rut.
2. Cuando pasó lo detuvo y lo invitó a sentarse. Llamó entonces a diez ancianos de la ciudad para que se sentaran también a su alrededor.
3. Cuando todo estuvo listo, le dijo al pariente: «Noemí, la viuda de nuestro pariente Elimelec, que ha regresado de Moab, quiere vender la propiedad que pertenecía a su marido.
4. Yo he creído conveniente avisarte de esto para que tú la compres en presencia de todos estos testigos. Si tú quieres cumplir con tu obligación de rescatarla, hazlo; si no, dímelo, porque después de ti me toca a mí cumplirlo.» El otro contestó: «Muy bien, la voy a rescatar.»
5. Pero Boaz prosiguió: «Hay algo más todavía, pues si adquieres el campo de manos de Noemí, también debes adquirir a Rut, la moabita, que era mujer del difunto, y sus hijos heredarán la parcela del difunto.»
6. El otro, entonces, respondió: «Si es así la cosa, no podré hacerlo por temor a perjudicar a mis herederos. Te cedo el derecho, cumple tú con la obligación.» |