Resumen Bíblico

EL PECADO DE ADAN Y EVA

Pero el Diablo empezó a sentir envidia del hombre. A través de la astuta serpiente, dialogó con la mujer, aprovechando que estaba sola:

-¿Es verdad que Dios no les permite comer los frutos de todos los árboles?

-Podemos comer de todos menos del que está en medio del jardín. Nos ha dicho que si comemos de él, moriremos.

-¡No morirán! Si comen de él serán como Dios, conocedores del bien y del mal.

Y la mujer, engañada por la serpiente, tomó de aquel fruto. Era apetitoso. Comió y le ofreció a Adán, que también lo probó.

Acababan de desobedecer.

 

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