ESPIRITU CUARESMAL

Las Lecturas de este importante día con que la Iglesia da inicio a la Cuaresma, el Miércoles de Ceniza, nos llaman a la conversión, al  arrepentimiento  y a la humildad... todas cosas que hay que tener en cuenta en este tiempo especial que llamamos Cuaresma, durante el cual debemos prepararnos para la conmemoración de la Pasión y Muerte del Señor y la celebración de su Resurrección triunfante el Domingo de Pascua.

  Conversión, arrepentimiento y humildad van entrelazadas entre sí para darnos un verdadero espíritu cuaresmal.  Por eso comenzamos hoy la Cuaresma en penitencia: hoy es día obligatorio de ayuno y abstinencia para todos los católicos.   Hoy es día de Imposición de la Ceniza, ritual por el que -en humildad- reconocemos lo que somos (nada ante Dios) y lo que debemos hacer (arrepentirnos y regresar a Dios o acercarnos más a El).

Y ¿qué es la ceniza?  ¿Qué significado tiene el ritual de imposición de la ceniza?

La Ceniza no es un rito mágico, ni de protección especial -como muchos podrían considerarlo.  La ceniza simboliza a la vez el pecado y la fragilidad del hombre. Ceniza. (Jonás 3, 6).

Cubrirse de cenizas significa, entonces, el realizar en forma tangible un reconocimiento público, por el cual nos declaramos frágiles, incapaces, pecadores, en busca de la misericordia de Dios.  Al que reconoce y realmente cree que es nada, al que se sabe necesitado de la misericordia divina y de la salvación que nos trajo Jesucristo, El cambia la tristeza en alegría y la ceniza en corona, cuando nos promete por boca del Profeta Isaías “una corona en vez de ceniza” (Is. 61, 3).

Somos tan poca cosa como ese poquito de ceniza, ese polvillo, que se vuela con un soplido de brisa, o que desaparece con tan sólo tocarlo.  Eso somos ante Dios:   muy poca cosa.  Tan poca cosa, como es ese resto proveniente de ramos o palmas benditas quemados con anterioridad, que es la ceniza.

Y los hombres y mujeres de hoy necesitamos ¡tanto! darnos cuenta de nuestra realidad.  Nos creemos tan grandes... y somos ¡tan pequeños!  Nos creemos capaces de cualquier cosa... y somos ¡tan insuficientes!  Nos creemos capaces de valernos sin Dios o a espaldas de El...  y somos ¡tan dependientes de El!

El fruto más importante de un Miércoles de Ceniza bien comprendido es la conversión.  Precisamente las palabras que serán pronunciadas en el momento de la Imposición de la Ceniza son las siguientes: “Conviértete y cree en el Evangelio”.  Es importante tomar en cuenta estas palabras.

Convertirse es volverse a Dios: regresar a Dios o acercarse más a El.  ¿Cuánto tiempo toma convertirse?  La conversión es un programa de toda la vida.  Todos -sin excepción- necesitamos convertirnos: hasta el más santo puede todavía ser más santo aún.

La oración, la penitencia y las obras de caridad son los medios para regresar a Dios y para acercarnos más a El.  De eso se trata la Imposición de la Ceniza, de eso se trata la Cuaresma que hoy iniciamos.

Las Cenizas en las Sagradas Escrituras

 


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