"Cero Kilómetros" ... como recién bautizados

Quedamos como acabados de bautizar, listos para el Cielo, si este próximo domingo aprovechamos la Fiesta de la Divina Misericordia, pedida por Jesucristo y establecida por San Juan Pablo II.

¿En qué consiste la Fiesta de la Divina Misericordia? He aquí lo que dijo Jesús a Santa Faustina: “Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de mi Misericordia. Derramo un mar de gracias sobre las almas que se acerquen al manantial de Mi Misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas” (Diario 699).

Y el perdón total de culpas y penas nos deja “Cero” Km: “Cero” culpa y “Cero” pena en purgatorio…como acabados de bautizar. Significa que si muriéramos en ese instante, iríamos directo al Cielo, porque no tendríamos pendiente ninguna culpa, ni ninguna purificación.

Es decir, quien de veras arrepentido se confiese dentro de la semana anterior y comulgue en la Fiesta de la Divina Misericordia (comenzando en la Misa vespertina del Sábado y durante el Domingo de la Divina Misericordia), podrá recibir el perdón de las culpas y de las penas de sus pecados.

Y ese estado de purificación tal es una gracia que recibimos sólo en el Sacramento del Bautismo. Quedamos como recién bautizados

O sea que si el arrepentimiento ha sido sincero y si cumple con las condiciones requeridas, el alma queda libre inclusive del reato de las penas del purgatorio que acarrean sus pecados aun perdonados.

La devoción de la Divina Misericordia, incluye también la Hora de la Divina Misericordia, la Coronilla (o Rosario) de la Divina Misericordia y la Novena preparatoria a la Fiesta de la Misericordia, que por cierto no son prácticas requeridas para recibir las gracias especiales el día de la Fiesta de la Divina Misericordia.

Tomado de:

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buenanueva
homilia