SEÑALES EN EL CAMINO 2ª Señal 4.9 Oración según 9. ¿Qué es la oración constante? Con la oración de corazón podemos llegar a la oración constante: orar sin desfallecer (1 Tes 5, 17), porque puede hacerse mientras trabajamos o no, acostados o sentados, en el carro o en la casa. Se trata de repetir la oración que Dios nos haya inspirado para usar en todo momento. ¿QUÉ ES ADORAR A DIOS? Es reconocerlo como Tú eres mi Creador, . Aún así, unos oran de una manera y otros de otra. A unos les es fácil la contemplación y a otros les es casi imposible. Unos meditan, otros hacen oración vocal. ¿Entonces? Santa Teresa de Jesús (1515-1582), fundadora del Carmelo Descalzo, mística, doctora de la Iglesia, nos responde esto en su libro "Camino de perfección", 17: Comentando el pasaje de Pedro cuando le pregunta al Señor qué será de Juan. Y el Señor le responde: "¿A tí que? Tú, síqueme" (Jn 21, 20-25). «- Señor, y éste ¿qué?... - ¿A ti qué? Tú sígueme» "Es cosa que importa mucho entender que no a todos lleva Dios por un camino, y por ventura el que le pareciere va por muy más bajo, está más alto en los ojos del Señor. "Así que no porque en esta casa todas traten de oración, han de ser todas contemplativas. Es imposible. Y será gran desconsolación para la que no lo es... "Yo estuve más de catorce años que nunca podía tener meditación sino junto con lección. Habrá muchas personas de este arte, y otras que, aunque sea con lección, no pueden tener meditación, sino rezar vocalmente, y aquí se detienen más... Y otras personas hay hartas de esta manera, y si hay humildad, no creo saldrán peor libradas al cabo sino muy en igual de los que llevan muchos gustos, y con más seguridad en parte; porque no sabemos si los gustos son de Dios o si los pone el demonio... "Estotros (los no agraciados con gustos espirituales en la oración) andan con humildad, sospechosos que es por su culpa, siempre con cuidad de ir adelante. No ven a otros llorar una lágrima, que, si ella no las tiene, no le parezca está muy atrás en el servicio de Dios, y debe estar por ventura muy más adelante; porque no son las lágrimas, aunque son buenas, todas perfectas; y la humildad y mortificación y desasimiento y otras virtudes, siempre hay más seguridad. "No hay qué temer, ni hayáis miedo que dejéis de llegar a la perfección como los muy contemplativos." |
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