Cómo ser salvo?

SEÑALES EN EL CAMINO
DE SALVACIÓN

6ª Señal
Amor al prójimo


3.      Pero … ¿cómo amar a todos?  Yo no siento amor por todo el mundo.  ¿Se puede amar sin sentir amor?

El Amor o Caridad no pueden depender del deseo, del afecto o de los lazos de sangre.  La Caridad Cristiana está por encima de todo eso.  Puede incluir esos lazos de afecto o de sangre, pero no depende de éstos.

Al respecto, Jesucristo mismo nos recuerda:  “Si amas a los que te aman ¿qué mérito tienes? Hasta los malos aman a los que los aman” (Lc. 6, 32-34).

Por eso la Caridad es independiente del sentimientoLa Caridad es más bien una disposición de la voluntad.  Es un deseo de hacer el bien porque Dios nos ama y desea que nosotros amemos como El nos ama.

Por eso la Caridad no es egoísta; es decir, no busca la propia satisfacción, sino el servir al otro y complacer a Dios.

Además la Caridad incluye a todos:  buenos y malos, amigos y enemigos, familiares y extraños, ricos y pobres, cercanos y lejanos.

Ahora bien, amar también es servir. Amar es dar-se, que no es lo mismo que dar.  Amar es dar uno de sí.

Dar, sin dar-se, puede ser altruismo o mera filantropía.  Pero no es el amor-caridad que viene de Dios amando en nosotros:  nosotros amándole a El y El amando a través nuestro.

Amar sirviendo significa poner lo que tenemos -dinero, talento, tiempo, habilidades, capacidades, energías, posesiones, gracias, todo- al servicio de Dios que es nuestro Dueño y Dueño de “nuestras” cosas ... porque todo nos viene de El.

Y todo eso que tenemos y que en realidad no es nuestro sino de Dios, debe ser usado -es cierto- para nuestra propia salvación eterna.Todo debe ser usado teniendo en cuenta nuestra vocación de santidad, teniendo en cuenta de que la tierra no es la meta y de que vamos camino al Cielo.  En resumen:  teniendo en cuenta el camino de la salvación.

Pero no basta utilizar todo lo que –en teoría- es nuestro para nuestra propia salvación solamente, sino que todo eso debe estar también al servicio de Dios y de los demás.  Lo que somos y tenemos debe servir también para el bienestar temporal y eterno de otros.  Eso es ejercer la Caridad.  Eso es amar como Dios nos pide.

Las Obras de Misericordia –corporales y espirituales- son un buen programa de acción.  No para hacer las 14 obras de misericordia todas a la vez o para hacerlas una sola persona.

OBRAS CORPORALES DE MISERICORDIA

1.  Dar de comer al hambriento
2.  Dar de beber al sediento
3.  Dar posada al necesitado
4.  Vestir al desnudo
5.  Visitar al enfermo
6.  Socorrer a los presos
7.  Enterrar a los muertos (*)


MEMORIZACION
OBRAS ESPIRITUALES DE MISERICORDIA

1.  Enseñar al que no sabe
2.  Dar buen consejo al que lo necesita
3.  Corregir al que está en error
4.  Perdonar las injurias
5.  Consolar al triste
6.  Sufrir con paciencia los defectos de los demás
7.  Rogar a Dios por vivos y difuntos

Significa más bien el poner a disposición todo lo que Dios nos ha dado para servir en cuanto se presente el momento ...  Eso sí:  el servicio se hace sin excusas, sin negarnos, sin hacernos esperar, sin miedo ...  sin egoísmo.  Así se sirve.

Nuestros nombres quedarán definitivamente escritos en el Cielo, si hemos amado a Dios y hemos estado dispuestos a que El ame en nosotros, al poner todo lo “nuestro” a disposición suya y de los demás.

 

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Amor al prójimo
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