LECCION #24

EVANGELIZAR

1.      El Cristiano y Católico no puede quedarse con lo que Dios le ha dado para él solo.  Jesucristo nos dio un mandato –no una simple sugerencia- de evangelizar.

MEMORIZACION – Cita y Texto: (Mt. 28, 18-20)
“Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos.
Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enséñenles a cumplir todo lo que Yo les he encomendado.
Yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo”.
(Mt. 28, 18-20)

2.      ¿Qué es evangelizar?

La misma palabra lo indica:  es comunicar el Evangelio.  Es cumplir ese mandato que el Señor nos da al final del Evangelio de San Mateo:  “enséñenles a cumplir todo lo que Yo les he encomendado”.


3.      Anteriormente hablamos sobre un mensaje de San Pedro, el primer Papa que nos decía:

“Sigan adorando interiormente al Señor, a Cristo;  y siempre estén dispuestos para dar una respuesta acertada al que les pregunta acerca de sus convicciones”.  (1 Pe  3, 15).
¿Qué significa las palabras de Cristo y las de San Pedro para ustedes, que han recibido algunas enseñanzas cristianas?

Significa que tienen una responsabilidad de enseñar a cumplir lo que Cristo les ha encomendado,que es lo que han ido aprendiendo.  Lo que han aprendido no es todo lo que necesitan saber, pero ya es algo. 

Y eso hay que comunicarlo, como nos indica San Pedro:  estar preparados para dar respuesta acertada a quien les pregunte de sus convicciones.


4.      Pero San Pedro nos indica cómo es que nos preparamos para poder comunicar nuestras convicciones.  ¿Qué nos dice en su carta?

Notemos que para poder dar una respuesta acertada; es decir, para defender la fe, San Pedro nos da una indicación importantísima: “Sigan adorando interiormente al Señor, a Cristo”.

El Espíritu Santo nos capacita para la evangelización, para comunicar las enseñanzas de Cristo sobre todo en la oración, en la adoración.

Orar y adorar a Dios

5.      ¿Significa esto que no hay que hacer más nada?

También hay que estudiar, hay que poner atención en las clases, hay que tomar apuntes y leer. 

Significa que tenemos que leer la Palabra de Dios, porque leyendo su Palabra que es El mismo, nos llenamos de El.

Pero significa, sobre todo, que la oración no puede faltar.  Si estudiamos sin orar, nuestra enseñanza será vacua, floja, fría, teórica.  Pero si oramos, es el Espíritu Santo quien obra en nosotros y es El Quien nos ilumina lo que debemos decir y cómo y cuándo decirlo. 

Joóvenes en Oración

En realidad, si estamos bien a tono con el Espíritu Santo a través de la oración, puede ser El mismo Quien hable a través nuestro.


6.      Cristo, antes de subir al Cielo, dio sus últimas instrucciones a sus Apóstoles y discípulos, recordándoles lo que estaba anunciado de su pasión, muerte y resurrección en el Antiguo Testamento, y de que debía hacerse la predicación de todo esto.  Así les dijo al final del Evangelio de San Lucas refiriéndose a lo sucedido:

“Todo esto se lo había dicho cuando estaba todavía con ustedes.
Tenía que cumplirse lo que está escrito
en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos respecto de Mí.
Entonces les abrió la mente para que lograran entender la Escrituras
y les dijo:
‘Esto estaba escrito: los sufrimientos de Cristo,
su resurrección de entre los muertos
al tercer día,

y la predicación ha de hacerse en su Nombre a todas las naciones, ...
invitándoles a que se conviertan y sean perdonados de sus pecados.
Y ustedes son testigos de todo esto”
(Lc. 24, 44-48)


¿Qué quiere decirnos el Señor con este pasaje del final del Evangelio de San Lucas?

En la preparación a la Confirmación hablamos de ser testigos.  ¿Qué significa eso de ser testigo?

Testigo es el que da fe de algo.  Es aquél a quien se le cree lo que dice, porque dice la Verdad, y lo que dice lo dice con convicción.


7.      ¿De qué debemos ser testigos?

De todo lo que sabemos de Cristo.  A los Apóstoles les tocó contar todo lo sucedido que ya estaba anunciado.  Y era importante esto, porque al cumplirse en Jesucristo todo lo que de El se había anunciado en el Antiguo Testamento (es decir, en lo que hasta ese momento eran las Escrituras), se demostraba que Jesús era el Cristo, el Mesías que debía venir. 

Tal vez en algunos casos a nosotros nos toque también demostrar que Jesucristo es Dios, el Mesías hecho hombre, que vino al mundo para salvarnos.  Para poder mostrar esto hay que estudiar, leer la Palabra de Dios y orar mucho. 

Y seguramente tendremos que dar testimonio de muchas otras cosas: experiencias de nuestra vida personal, que puedan ser útiles a nuestros interlocutores.  Cosas de la vida de Cristo y de su Iglesia. 

Debemos dar testimonio con nuestro ejemplo y con nuestras palabras.   Muy importante es el ejemplo, porque no podemos predicar lo que no practicamos.


8.      Por ahora nos toca ser testigos de lo que hemos ido aprendiendo. 

¿Qué enseñanzas recuerdan que puedan comunicar a otros?

O tal vez hayan tenido alguna oportunidad ya de ser testigos.      

¿Alguien tiene alguna experiencia o testimonio que comunicarnos?   
        
         .........


9.      ¿Qué riesgos pueden correr hoy los que quieran responder a Cristo, siendo sus testigos?

La burla, la crítica, el ataque, la descalificación, ofensas, el alejamiento de “amigos”, que no son verdaderos amigos (porque amigo es el que busca el bien del otro, no el que busca que pienses como él/ella).

Recordar en esto que para ser testigos de Cristo hay que remar contra la corriente y no seguir a la mayoría en su error (Ex. 23, 2).

¿Están dispuestos de veras a ser testigos? ....


10.    La Confirmación nos acredita como testigos y nos exige serlo. 

“El sacramento de la Confirmación pretende lograr en el fiel:

.        un arraigo más profundo a la filiación divina (sentirnos y sabernos verdaderos hijos de Dios),

.        que se una más íntimamente con su Iglesia (sentirnos   mejores miembros de la Iglesia)

.        fortaleciéndolo para ser testigo de cristo, de palabra y obra, ya que por El será capaz de defender su fe y detransmitirla, lo que por el sacramento se compromete a hacer activamente.”  (ref. Wikipedia)

Esto nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica al respecto:

La Confirmación imprime en el alma una marca espiritual indeleble, el ‘carácter’, que es el signo de que Jesucristo ha marcado al cristiano con el sello de su Espíritu revistiéndolo de la fuerza de lo alto para que sea su testigo” (cf. Lucas 24, 48-49)(CIC #1304)


11.    ¿Qué significa la palabra testigo?

En griego, la palabra testigo significa mártir. (!!!)  ¿Qué significa ser mártir? 

Mártir es el que da la vida por defender la Verdad de Cristo, su Iglesia, la Fe, etc.  Ha habido muchísimos mártires desde el comienzo del Cristianismo y los sigue habiendo:  se ha calculado que en el siglo 20 hubo la mayor cantidad de mártires de toda la historia de la humanidad.  Y ahora en el siglo 21 la cosa es más grave.

El martirio significa que estamos dispuestos a dar la vida por eso que profesamos. 

  (Ver al final Apendices ejemplos de mártires contemporáneos)


12.    ¿Qué significa ser mártir?

El martirio, estrictamente hablando es llegar a tener que dar la vida en defensa de Cristo. 

  Pero hay un martirio -que más bien puede llamarse persecución o purificación- que consiste en tener que soportar las ofensas, críticas y burlas, etc.


13.    Un ejemplo de ser testigo:  ¿Qué dirías a alguien que cree en la re-encarnación?

De acuerdo a lo que hemos visto sobre la Resurrección de Cristo y nuestra propia resurrección, ¿ustedes creen que es posible la re-encarnación? 
         ....

Vamos a ver qué  nos dice la Biblia sobre la posibilidad o no de re-encarnar:

MEMORIZACION – Cita y Texto: (Sb. 7, 6)
Dice el Libro de la Sabiduría:
Una sola es la entrada a la vida y una la salida” (Sb. 7, 6).
MEMORIZACION – Cita y Texto: Hb. 9, 27
Y San Pablo deja sentado lo mismo con otras palabras:
“Los hombres mueren una sola vez y después viene para ellos el juicio” (Hb. 9, 27)

La Re-encarnación es un mito que nos viene del paganismo oriental.  Y en occidente nos gusta mucho esa falsa creencia ¿no es así?

Ahora bien ... si tenemos la promesa del Señor de nuestra futura resurrección, ¿cómo puede ser, entonces, que hombres y mujeres de hoy, algunos inclusive cristianos, estemos prefiriendo la re-encarnación que a la resurrección? 

La re-encarnación no sólo está negada en la Biblia, sino que es un “imposible”, es un mito.  

Pero … ¿será re-encarnación una mejor perspectiva que la resurrección?

Si es que fuera posible, ¿cómo puede parecer más atractivo reencarnar en un cuerpo decadente, enfermizo, corruptible, sujeto a la muerte -y que además no es el mío- que resucitar en cuerpo glorioso, como el de Jesucristo y la Virgen, para nunca más morir, ni envejecer, ni enfermar, ni sufrir ... para ser inmortales?

La perspectiva de una vida futura volviendo a nacer dentro de un cuerpo imperfecto, decadente, mortal ... que además no es el mío, resulta vana frente a la esperanza de resucitar con un cuerpo bello, perfecto, inmortal ... como el de Jesucristo Resucitado ... para ser feliz eternamente.

La re-encarnación niega muchas cosas que son parte integral de nuestra fe cristiana:

1.      Niega mi futura resurrección.

2.      Niega a Jesucristo como salvador:
        
         En el mito pagano de la re-encarnación, el hombre pretende redimirse a sí mismo, mediante supuestas purificaciones logradas en sucesivas vidas. ¿Nos damos cuenta que al incorporar la falsa creencia pagana de la re-encarnación a nuestra fe cristiana nos estamos negando la única salvación que tenemos a nuestra disposición: la que Jesucristo, Hijo de Dios nos vino a traer?

Ser testigos y ser católicos es reconocer que Jesucristo es nuestra salvación: es la única salvación que es posible para nosotros los seres humanos.

3.      Niega mi identidad como persona:

¿Quién soy? ¿Soy quien supuestamente fui o soy quien seré en un futuro ... o quien soy actualmente?

4.      Niega mi libertad para escoger o rechazar la salvación que me brinda Cristo a través de Su Resurrección.

¿Nos damos cuenta realmente de todo lo que nos estamos negando y de todo lo que nos podríamos perder, al creer ilusamente que es posible -y hasta bueno- haber re-encarnado y volver a re-encarnar?


13.    ¿Qué cosas hay que tener en cuenta al evangelizar?

Por cierto, ese mandato de Jesús a evangelizar no llevaba excepciones, tales como:  “Sólo para Sacerdotes” o “Evangelizar a todos, menos a ateos, judíos y musulmanes”. 

Adicionalmente, debemos estar convencidos que la evangelización es obra de Dios.  Por lo tanto, El es el protagonista y nosotros sólo somos sus instrumentos indignos e incapaces. 

Jóvenes evangelizadores

Si Dios es el protagonista y nosotros sus instrumentos, nuestra forma prioritaria de evangelizar consiste en orar … Y orar no tanto por las personas alejadas, sino más bien poniendo a la persona o personas objeto de evangelización en la presencia de Dios.  Y más que todo, orar para que Dios nos vaya capacitando a ser verdaderos instrumentos suyos.

A Santa Mónica, quien se quejó a un Obispo de que su hijo Agustín no hacía caso a sus argumentaciones, el Obispo le aconsejó que hablara menos de Dios a Agustín y más a Dios de Agustín.

Evangelizar no es empujar, sino más bien atraer:  atraer con nuestro ejemplo … y con nuestra palabra, cuando sea necesaria y cuando venga genuinamente del Espíritu Santo.  Nuestra palabra evangelizadora se nos da en la formación y en la información –ciertamente- pero más que todo nos es dada en la oración.

No hay que desperdiciar oportunidades de evangelizar, pero no hay que estar como un vendedor ambulante:  todo el tiempo insistiendo con todo el mundo.  Si hemos de ser insistentes, seámoslo más bien en la oración:  orar por Sabiduría con la insistencia de un mendigo.  

Evangelizar no es acumular conversos como trofeos de victoria.  De nuestra vida espiritual, como aconseja San Ignacio de Loyola, hay que desterrar el amor a uno mismo (propio amor), el interés en uno mismo (propio interés) y la voluntad de uno mismo (propia voluntad). 

Esto, tan esencial en la vida espiritual, también hay que aplicarlo a la evangelización.  Evitar el orgullo que hay en toda conquista, el deseo de sobresalir y el deseo de lograr lo que nos hemos propuesto y que consideramos -correcta o incorrectamente- es la Voluntad de Dios.  Hay que sentirse, reconocerse, creerse y considerarse verdaderos instrumentos de Dios, no conquistadores.

Y, por sobre todo, dar siempre el crédito y la gloria a Dios, no a nuestros esfuerzos, supuestos conocimientos y dedicación.

 

APENDICE I

MARTIR VENEZOLANO
MONSEÑOR SALVADOR MONTES DE OCA

 Salvador Montes de Oca fue un sacerdote venezolano, nacido en Carora, Estado Lara, el 21 de octubre de 1895 y falleció el 10 de septiembre de 1944 fusilado por tropas Nazis en Italia.

Fue ordenado como el segundo Obispo de Valencia, Estado Carabobo, a los 32 años y sirvió como tal entre 1927 y 1934.  Desde su elevación a Obispo, Salvador Montes de Oca tuvo varios choques con la dictadura de Juan Vicente Gómez.

Monseñor Salvador Montes de Oca

Monseñor Montes de Oca retó al gobierno local tras la muerte de un señor Mariño, que era enemigo del régimen.

Las autoridades informaron que Mariño había muerto suicidado colgándose de las trenzas de sus zapatos, pero cuando se entregó el cadáver a la familia, una de las hermanas de Mariño abrió la urna y notó que le salía sangre del pecho y al abrir la camisa, vio huellas de las torturas que había sufrido.

  Monseñor Montes de Oca, ordenó los preparativos para enterrarlo y al saberlo el Gobierno, le comunicaron que por tratarse de un suicida la Iglesia no podía rendirle entierro cristiano.

Montes de Oca los ignoró, y al día siguiente ofició el funeral de Mariño, lo cual representaba un desafío abierto al régimen, ya que implicaba que el difunto había sido asesinado.

Pero fue en 1929 cuando su actitud frente al gobierno lo llevaría al exilio. Según el Cardenal José Humberto Quintero en su obra “Para la Historia”, éste se reunió con Montes de Oca en enero de 1930 en Puerto España, Trinidad, quien le explicó las razones de su exilio:

Una dama esposa de un político le confió que su esposo la había vendido como objeto de lujuria a un funcionario del Gobierno.  El Obispo tuvo que aconsejar a la señora y hasta concederle asilo provisional.  El esposo de la dama, quien quedó burlado y desenmascarado, quiso vengarse del Obispo Montes de Oca.  Como tenía mucha influencia en el Gobierno, maquinó su venganza, basándose en una Instrucción sobre Matrimonios que había publicado el Obispo.

Sucedió por esos días el caso de una dama que en 1929 había aceptado casarse con el Gobernador de Valencia.  Como el Gobernador era divorciado, el padre de la novia rogó al Obispo que intercediera ante la muchacha para que rechazara al pretendiente, pero la muchacha lo ignoró y procedió al matrimonio.

Debido a esto, Montes de Oca escribió una carta en su periódico episcopal en la cual condenaba el matrimonio con divorciados, aprovechando para apuntar al general Gómez y a los varios de los integrantes de su gabinete que mantenían queridas.  Y para llevarlo a una audiencia más amplia, decidió llevar personalmente su escrito al Diario La Religión en Caracas. 

Regresando de este viaje, Montes de Oca fue detenido en la carretera de Los Teques y embarcado inmediatamente en un vapor que salía hacia Trinidad.

El conflicto se resolvió en l93l, cuando Gómez se encargó nuevamente de la Presidencia.  Reunido con el Gabinete, se consideró una petición del Arzobispo de Caracas y se dispuso levantar la expulsión, y el mismo Presidente emitió un Decreto en el que se suspendió el destierro sin exigir Montes de Oca retractación alguna.

Sin embargo, después de su regreso, Montes de Oca renunció a la Diócesis y se retiró en Italia con la Orden de los Cartujos.  Vivía con ellos en La Certosa o monasterio di Farneta, en Maggiano, Lucca, Toscana, y allí tuvo que enfrentarse a un régimen que lo llevó al martirio.  El de Gómez lo hizo mártir sin llegar a la muerte.  El de los Nazi lo hizo mártir hasta la muerte.

En el monasterio de los Cartujos, como en muchos conventos de Monjes y Monjas católicos, se había dado refugio a muchos judíos perseguidos.  En la madrugada entre el 1 y 2 de septiembre de 1944, soldados alemanes invadieron el monasterio, y al día siguiente evacuaron a todos los religiosos y civiles que no se habían escondido o huido.

La mayor parte fueron fusilados en lugares y días diferentes, especialmente en los alrededores de Massa el domingo 10 de septiembre. Entre los fusilados hubo 12 monjes, incluyendo al Obispo Montes de Oca. 

Su cadáver fue arrojado a una fosa común, pero en 1947 fueron reconocidos sus restos y actualmente se encuentran enterrados bajo el presbiterio de la Catedral de Valencia.

 

APENDICE II

MARTIRES DE LA REVOLUCION MEXICANA

Para apreciar lo que esta persecución significó para los católicos mexicanos, hay que ver la película Cristiada, que muestra vívidamente estos crímenes y torturas a mártires de todas las edades.
http://www.cristiadapelicula.com/

En 1926 el gobierno del presidente Mexicano Plutarco Elías Calles se propuso "descatolizar" a México, comenzando una feroz persecución contra la Iglesia Católica. Una de las medidas fue la supresión del culto católico en toda la nación.

Para defender su religión y libertad de culto, miles de campesinos y rancheros empuñaron las armas en lo que se conoce como la última Cruzada de Occidente.  El heroísmo de aquellos hombres, mujeres y niños, en su mayoría gente sencilla y sin entrenamiento militar, produjo una formidable resistencia al tirano izquierdista anti-clerical y anti-católico.

Los soldados del gobierno llamaron despectivamente "cristeros" a los valientes cruzados porque llevaban la cruz sobre el pecho y gritaban "Viva Cristo Rey" antes de ser fusilados.

Mártires cristeros

No todos los llamados «cristeros» formaban parte de la resistencia armada, pero innumerables mártires, entre ellos sacerdotes y religiosas, fueron perseguidos sólo por su fe.

A pesar de que los grupos armados «cristeros» no vencieron militarmente, su lucha sirvió para que se llegara a un «modus vivendi» en las relaciones Iglesia-Estado. 

Los cristeros fueron y son una inspiración para los mexicanos y para los fieles de todo el mundo. Gracias a su sacrificio la Iglesia Católica pudo sobrevivir, aunque ilegal, a lo largo de la primera mitad del siglo 20.

Pero fue la semilla de la sangre de innumerables mártires de esa horrible guerra, algunos de ellos canonizados o beatificados por Juan Pablo II, lo que de veras enriqueció la fe de México .

Entre los mártires hubo un jovencito de 14 años de edad, José Luis Sánchez del Río, beatificado en 2005.  Un año antes de su martirio, José Luis se había unido a las fuerzas «cristeras».  Fue capturado por las fuerzas del gobierno, que quisieron dar a la población civil que apoyaba a los cristeros un castigo ejemplar.     

José luis S´´anchez, mártir cristero

Le pidieron que renegara de su fe en Cristo, so pena de muerte.  José no aceptó la apostasía. Su madre estaba traspasada por la pena y la angustia, pero animaba a su hijo.

Entonces le cortaron la piel de las plantas de los pies y le obligaron a caminar por el pueblo, rumbo al cementerio.  Él lloraba y gemía de dolor, pero no cedía.  De vez en cuando se detenían y decían:  "Si gritas 'Muera Cristo Rey'" te perdonamos la vida. "Di 'Muera Cristo Rey'". Pero él respondía:  "Viva Cristo Rey"».

Ya en el cementerio, antes de disparar sobre él, le pidieron por última vez si quería renegar de su fe.  No lo hizo y lo mataron ahí mismo.  Murió gritando como muchos otros mártires mexicanos "¡Viva Cristo Rey!".

 

APENDICE III

MARTIRES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Trailer de la película Un Dios prohibido:
http://www.undiosprohibido.com/

 

APENDICE IV

MARTIRES DE LOS MUSULMANES:

Declarados santos 800 mártires asesinados por musulmanes en el siglo 15

Mártires del siglo xv

En 1453, guiando un ejército de 260 mil turcos, Mahoma II conquistó Bizancio, la "segunda Roma", y desde entonces abrigaba el proyecto de llegar a la Roma verdadera y transformar la Basílica de San Pedro en establo para sus caballos.

Dirigió su flota hacia el mar Adriático. Otranto era –y es– la ciudad más oriental de Italia. La importancia de su puerto le había hecho asumir el  papel de puente entre oriente y occidente.

Después de quince días de asedio, los otomanos llegan a la catedral donde se había refugiado buena parte de los habitantes. Derriban la puerta y cercan al Arzobispo Stefano, que estaba con los atuendos pontificales y con el crucifijo en la mano. Al ser intimado con no nombrar más a Cristo, ya que desde aquel momento mandaba Mahoma, el Prelado respondió exhortando a los asaltantes a la conversión, y por esto se le cortó la cabeza con una cimitarra.

Entre aquellos héroes hubo uno de nombre Antonio Primaldo, sastre de profesión, avanzado de edad, quien, en nombre de todos, afirmó: "Todos creemos en Jesucristo, Hijo de Dios, y estamos dispuestos a morir mil veces por Él". Agometh decreta la condena a muerte de todos los 800 prisioneros.

Antonio Primaldo fue le primero, pues  resultaba muy odioso porque no dejaba de hacer de apóstol entre los suyos, más aún, antes de inclinar la cabeza sobre la roca, afirmaba a sus compañeros que veía el cielo abierto y los ángeles animando; que se mantuvieran fuertes en la fe y que mirasen el cielo ya abierto para recibirlos.

Dobló la frente, se le cortó la cabeza, pero el cuerpo se puso de pie: y a pesar de los esfuerzos de los asesinos, permaneció erguido inmóvil, hasta que todos fueron decapitados.

Primaldo, mártir de los musulmanes

El prodigio evidentemente estrepitoso habría sido una lección para la salvación de los musulmanes. Un solo verdugo de nombre Berlabei, valerosamente creyó en el milagro y, alzando la voz se declaró cristiano, fue condenado a la pena del palo.

Más información: 

http://www.aciprensa.com/noticias/seran-declarados-santos-800-martires-asesinados-por-musulmanes-en-el-siglo-xv-34950/

 

Versión Resumida de esta Lección
Temario
del Curso

 

 

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