LECCION #11

ANGELES BUENOS
Y ANGELES MALOS
(Versión resumida)

*     ¿En qué se diferencian y en qué se asemejan los Ángeles a los seres humanos?

El ser humano es cuerpo y espíritu.  Los Ángeles son espíritus puros, sin cuerpo.

Los Ángeles tienen inteligencia y voluntad, y son creaturas inmortales.  Los seres humanos tenemos inteligencia y voluntad, pero sólo nuestra alma es inmortal.

*      Si los Ángeles son creaturas invisibles ¿por qué hay personajes en la Biblia que dicen haber visto a Ángeles? 

Los cuerpos que asumen los Ángeles no forman parte de su naturaleza. Son meros instrumentos necesarios para comunicarse visiblemente con los seres humanos, y cualquier acción que parezcan estar realizando, son sólo apariencias.

*      Escenas bíblicas en que aparece un Ángel en forma visible: 

El Arcángel San Rafael cuando acompañó a Tobías  en  su  viaje. (ref: Tob 5-12).  O,  como  cuando después de la Resurrección y de la Ascensión de Nuestro Señor, aparecieron Ángeles en formas humanas. (ver Mc 16,5 y Hech 1,10).

*      Enseñanza de la Iglesia sobre la Historia de los ángeles caídos o ángeles malos, basada en la Biblia:

Igual que con los seres humanos, después de crear a los Ángeles, Dios decidió ponerles una prueba para que dijeran si querían amarle y serle obedientes para siempre.

La Biblia no dice con claridad cómo fue esa prueba.  Pero muchos teólogos en la Iglesia creen que Dios reveló a los Ángeles que El se iba a hacer Hombre y que los Ángeles deberían rendir adoración a el Dios-Hombre, es decir, a Jesucristo.

Muchísimos Ángeles se mantuvieron fieles a Dios y le fueron obedientes en esto y en todo.  Pero una buena cantidad -mucho menor que la de los Ángeles Buenos- se rebelaron. 

Luzbel, uno de los más elevados y bellos Ángeles, ofuscado por el orgullo, olvidándose que sus dotes y cualidades venían de Dios, su Creador, decidió oponerse a Dios.  No quiso obedecerle y así se convirtió en su Enemigo, al lanzar su grito de rebelión:  “No serviré” (Jer. 2, 20) y “Seré igual al Altísimo” (Is. 14, 14).   Dejó de ser Luzbel y se convirtió en Lucifer.

Muchos Ángeles le siguieron: un tercio (ver Ap. 12, 4).  Pero en ese momento, otro gran Arcángel, igual en belleza y cualidades que el arrogante Lucifer, se le opuso con un grito de obediencia y amor:   Micael (Miguel) que significa “Quién como Dios”.   Ese es el gran San Miguel Arcángel. 

La conclusión de esa batalla aparece en el Apocalipsis (Ap. 12, 7-9):  San Miguel Arcángel y los Ángeles Buenos expulsaron a Lucifer y a los ángeles malos del Cielo y los arrojaron al infierno, que fue creado para que estuvieran allí por toda la eternidad.  Ya nunca volverán a ser felices. 

En cambio los Ángeles Buenos permanecen siempre con Dios y están siempre dispuestos a cumplir sus órdenes.  

*     ¿Cuáles son las características de los ángeles caídos, los llamados ángeles malos o demonios?

Los demonios o ángeles caídos, igual que los Ángeles Buenos, son seres puramente espirituales que no han perdido ninguno de sus poderes angélicos.

Lo que sí perdieron fue la gracia sobrenatural y la amistad con Dios, al oponerse a su Creador.

*     Aparte de estar en el Infierno, qué más hace Satanás y los demás ángeles malos?

Lucifer, que también se llama Satanás o el Diablo, y los demás ángeles malos, que se llaman demonios, están tentando a los seres humanos para que se opongan a Dios y no vayan al Cielo, sino al Infierno.

*    ¿Quiénes son los Ángeles de la Guarda?

Un Ángel de la Guarda o Ángel Custodio es un Ángel que Dios pone al lado de cada ser humano, desde el momento de su concepción (sí, antes de nacer!!!).

*   ¿Cómo nos ayudan los Ángeles de la Guarda?

Ellos son nuestros aliados en la lucha contra los demonios.  Nos defienden de los peligros, principalmente de los peligros espirituales, pero también de los peligros físicos. 

Nuestro Ángel de la Guarda ora por nosotros a Dios y ora con nosotros.

Mientras los ángeles malos nos tientan, para tratar de llevarnos al Infierno, nuestros Ángeles de la Guarda nos ayudan con sus buenas inspiraciones para que sigamos la Voluntad de Dios.   Y no sólo nos ayudan con sus inspiraciones, sino que interceden por nosotros a Dios en esos momentos y en todo momento.