LECCION # 16 RETIRO DE CUARESMA 1. ¿Qué sucedió el Miércoles de Ceniza? Ponemos una cruz de cenizas en la frente el Miércoles de Ceniza para mostrar que queremos ser amigos de Jesús. Las cenizas significan que sin El no somos felices, que queremos ser como Jesús y hacer todo lo que Dios quiere que hagamos.
Son 40 días en que recordamos los 40 días que Jesús pasó en el Desierto, orando y haciendo penitencia. Después de la Cuaresma viene la Semana Santa, en que recordaremos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Que oremos más, que hagamos algunos actos de amor a Dios (penitencias), que tratemos de ser mejores en todo lo que hagamos. Jesús espera regalos de nosotros en la Cuaresma.
Son las oraciones que ustedes se saben y que hemos ido aprendiendo: el Padre Nuestro, el Ave María, la del Ángel de la Guarda, el Acto de Contrición, etc.
Son oraciones que ustedes le hacen al Niño Jesús con sus propias palabras. Ustedes pueden decirle que quieren amarlo mucho y cumplir sus mandamientos. O que quiere aprender a ser obedientes como El. O que les ayude a no pelear con sus hermanos, a ser más pacientes. Lo que ustedes quieran decirle. El es Dios y a El le gusta que le hablemos con nuestras propias palabras. A lo mejor le tienen que pedir perdón por algo malo que hicieron. O tal vez le quieren contar el problema que tienen y por qué están tristes o preocupados. Con Jesús se habla como con un amigo, un hermano, como con mamá o papá: con mucha confianza.
Eso es fácil entender. Pero a lo mejor no tan fácil de hacer, porque nos hemos acostumbrado a desobedecer las órdenes que nos dan. Bueno, ahora le vamos a regalar al Niño Jesús el obedecer cuando nos manden algo. Y como eso nos va a costar un poquito, el Niño Jesús le gusta mucho ese tipo de regalos. Así vamos aprendiendo a ser obediente como El.
Vamos a regalarle al Niño Jesús el evitar las peleas, que al menos por nuestra parte no busquemos pleito y si alguien los empieza, tratar de evitar pelear. También debemos ser pacientes con nuestros papás: nada de contestarles mal. Eso no le gusta para nada al Niño Jesús. Eso también es ser paciente.
Eso es fácil entender, pero difícil también, porque nos hemos acostumbrado a decir mentiras, a veces para quedar bien y a veces por la costumbre de no decir la verdad. Y el Niño Jesús quiere que seamos sinceros, que digamos siempre la verdad, aunque cueste y aunque quedemos mal. Así que cada vez que digamos la verdad, El se va contentar mucho con ese regalo.
Son actos que nos cuesta hacer. Por ejemplo: quiero comerme un caramelo o un helado o mascar un chicle. Y me digo: ahora no; más tarde. O también: hoy no, mañana. O no, no como eso. Es un pequeño sacrificio que se lo ofrezco al Niño Jesús: por eso se llaman Ofrecimientos al Niño Jesús. O tengo sed y me provoca un fresco. Entonces para calmar la sed tomo agua y me olvido del fresco. Hasta puedo aguantar la sed un ratico. Puede ser que no me quiera ir a dormir o que no me quiera levantar. Se lo ofrezco a Jesús y me acuesto o me levanto cuando no quiero hacerlo. O a lo mejor no quiero estudiar y hacer la tarea. Y se lo ofrezco al Niño Jesús y me pongo a estudiar de inmediato. O puede ser el baño: no quiero bañarme o no quiero bañarme en este momento. Me voy enseguida a bañar. |
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