Lección # 9

LA SANTISIMA TRINIDAD:
Padre, Hijo y Espíritu Santo


Hemos hablado del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en las clases anteriores.

1.     ¿Quién es el Padre? El Padre es Dios.
        ¿Quién es el Hijo? El Hijo, Jesucristo, es Dios.
        ¿Y Quién es el Espíritu Santo? El Espíritu Santo es Dios.

2. Entonces ¿hay tres Dioses?
         No. Hay un solo Dios.

3. Y …??? ¿Entonces?

Hay un solo Dios. Pero hay 3 Personas en Dios.

4. ¿Cómo se llama ese Misterio de un solo Dios en Tres Personas?

El Misterio de la Santísima Trinidad. ¿Por qué Trinidad? La palabra Trinidad viene de tres. Tri=tres

5. ¿Qué significa que la Santísima Trinidad es un misterio?

Hay realidades que no podemos entender, porque nuestra capacidad mental humana no es suficiente para comprenderlas o explicarlas.Una de esas realidades es la Santísima Trinidad: un solo Dios y Tres Personas divinas.

Un misterio es una verdad que creemos porque Dios nos la ha revelado, pero que no podemos comprender, porque es más grande que la inteligencia humana.

6. ¿Puedes pensar en una comparación de tres cosas en una sola?

Es difícil. Vean un momento estos tres fósforos. Los encendemos. Ahora unimos las llamas. ¿Cuántas llamas son? Una sola. ¿Cuántos fósforos son? Tres fósforos.

Baste, entonces, con esta pequeña comparación para que no nos pase lo que le sucedió a San Agustín. San Agustín fue un Sacerdote, un Santo muy importante, un Doctor de la Iglesia, muy inteligente, un gran predicador, que estaba pensando cómo poder entender el Misterio de la Santísima Trinidad y cómo explicarlo mejor.

Estaba caminando por una playa pensando en esto. Y entonces se encontró un niñito jugando en esa playa. Ustedes saben cómo les gusta a los niños jugar en la playa ¿no? ¿Y qué hacía el niñito? Corría del mar a la arena, echando poquitos de agua en un huequito que había abierto en la arena.

San Agustín se distrae de su pensamiento sobre la Santísima Trinidad y se pone a hablar con el niñito, que era muy lindo. Y le pregunta: Oye, ¿qué estás tratando de hacer con esos poquitos de agua del mar? Y ¿qué se imaginan que le dice el niño? Estoy tratando de meter todo el mar en este hoyito.

San Agustín se ríe y le trata de explicar al niño que eso no es posible. Y el Niño le responde: Agustín eso que trato de hacer es más posible que lo que tú estás tratando de hacer, que es meter el Misterio de la Santísima Trinidad en tu cabeza. Ya saben quién era el Niño ¿no?

7. ¿Qué dice el Sacerdote al bautizar?

Yo te bautizo en el nombre el Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

¿A quienes está nombrando el Sacerdote?

A las Tres Divina Personas, a la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¿Y por qué creen ustedes que cuando nos bautizan ésas son las palabras que utiliza el Sacerdote?

Vamos a buscar al final de Evangelio de San Mateo:

Memorizar: Cita y texto Mateo 28, 19-20 “Vayan, pues y hagan de todos los pueblos mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enséñenles a cumplir todo lo que les he enseñado a ustedes” Mt. 28, 19-20.

8. ¿En qué momento nosotros nombramos a la Santísima Trinidad?

Cuando hacemos la Señal de la Cruz. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

(Hacerlos persignar y santiguar y corregir cualquier error).
OJO: Eliminar el beso en los dedos al final.

¿Cómo creen que debemos santiguarnos? ¿A la ligera? ¿Por salir del paso? ¿Haciendo cualquier garabato en nuestra cara?

Debemos santiguarnos con mucha reverencia, porque estamos llamando al mismo Dios y es un acto de gran significación y de gran contenido.

Estamos invocando a la Santísima Trinidad. Estamos recordando este misterio tan grande, que es tan grande como grande e infinito es Dios.

Invocamos a la Santísima Trinidad con las palabras que decimos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pero ¿qué gesto hacemos? ¿Qué señal marcamos sobre nuestra cara y nuestro pecho?

Es una Cruz. Entonces también estamos recordando que Jesús, que cargó con los pecados del mundo y murió en la Cruz por nosotros, para salvarnos.

Al santiguarnos, entonces, estamos llamando a Dios y recordando que Jesús murió por nosotros en la Cruz.

Ahora vamos a persignarnos y santiguarnos:

+ Por la señal de la Santa Cruz

+ de nuestro enemigos

+ líbranos Señor, Dios nuestro ?

+En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¿Qué significa lo que decimos al persignarnos? ¿Se han fijado alguna vez? ¿Quiénes son nuestros enemigos? ¿Los ladrones? ¿A qué enemigos se refiere esta oración tan importante?

A los enemigos de Dios, que son enemigos nuestros.A los enemigos de nuestra alma. ¿Quién es el principal Enemigo de nuestra alma?

El Demonio y los demonios. Esos son nuestros enemigos.

Al reflexionar sobre la Santísima Trinidad, sobre Dios mismo y su esencia Trinitaria, no podemos menos que 
A D O R A R L O.

¿Qué es adorar a Dios?

Es reconocerlo como nuestro Creador y nuestro Dueño

Es reconocerme en verdad lo que soy:
hechura de Dios, posesión de Dios.
Dios es mi Dueño.  Yo le pertenezco.

Adorar a Dios, entonces, es tomar conciencia
de nuestra dependencia de El
y de la consecuencia lógica de esa dependencia:
entregarnos a El y a su Voluntad.

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EJERCICIO de ORACION

Tú eres mi Creador, yo tu creatura,
Tú eres mi Hacedor, yo tu hechura,
Tú eres mi Dueño, yo tu propiedad.
Aquí estoy para hacer tu Voluntad.

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versión resumida de esta lección

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