La perpetua Virginidad de Maria Santísima Tomado de infocatolicos Desde el comienzo de los tiempos, Nuestra Señora es llamada como "Aiepartenon", esto significa "siempre virgen". La virginidad eterna de María es fácilmente demostrable, ya sea por la Sagrada Escritura, por la Tradición, o por la lógica más elemental. Lo que debemos probar: Nuestra Señora era Virgen antes del Parto. Esta aserción vamos a probarla con la Biblia en la mano. Esta afirmación es admitida hasta por los propios protestantes, pues se encuentra positivamente en el Evangelio "El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una Virgen desposada...y el nombre de la virgen era María" (Lc1,26). Y más: la propia Virgen le pregunta al Ángel:"¿Cómo será eso, pues no conozco varón?". Ninguna duda subsiste. María Santísima era Virgen. Nuestra Señora era Virgen durante el parto: La segunda afirmación mostrando que la Madre de Dios era Virgen durante el parto, puede deducirse de los mismos textos. Lo que es nacido por milagro debe nacer por milagro; el nacimiento es consecuencia de la concepción; sin esta consecuencia, el milagro sería incompleto. en otras palabras, Dios haría un milagro incompleto al desear hacer Madre a una Virgen, pero no llevando hasta el final ese milagro."¿Cómo será eso, pues no conozco varón?" "El Santo Ser que nacerá de Tí será llamado hijo de Dios, porque para Dios nada es imposible" (Lc1,35). A Dios nada le es imposible, la virginidad de Ella sería preservada, y mismo Ella "no conociendo varón". Continuamos la argumentación. El Evangelio nos muestra que Nuestra Señora, llegado el término de su gestación, "dió a luz a Su Hijo. Y estando allí, aconteció que se completaron los días en que debía de dar a luz".(Lc1,6). Ahora, "concebir" y "dar a luz", son dos términos de una acción única. Una madre concibe, para dar a luz una sola acción: generar hijos. El parto y la concepción están inseparablemente ligados, siendo el primero un precio doloroso de la segunda (perder la virginidad); siendo librada María de la segunda parte, por medio del milagro de Dios, debió serlo la primera, pues para Dios no es más costoso hacer nacer, virginalmente, que hacer concebir virginalmente. Si la acción virginal había comenzado por la acción del Espíritu Santo, Dios completaría esa acción en el momento en que ésta llegase a su final. Es una consecuencia lógica y necesaria, so pena de negar el milagro completo de Dios manifestado por su voluntad y resolución de mantener la virginidad de Nuestra Señora. La propia duda de Nuestra Señora, en relación a la concepción deja claro la posición de ella ante la virginidad "¿Cómo será eso, pues no conozco varón?" Y el Angel resuelve el problema:"El Santo Ser que nacerá de Tí..." La concepción de María Santísima es, pues, obra del Espíritu Santo: "El Espíritu Santo descenderá sobre Tí y la Virtud del Altísimo te cubrirá con Su sombra. Y por eso mismo el Santo que ha de nacer de Ti será llamado Hijo de Dios".(Luc1,35). "Concebir" a Jesús, y "dar a luz" a Jesús, son un sólo milagro, un milagro de la Encarnación. Separar estos dos términos, que el evangelista resumió a propósito en una sola frase, es adulterar de manera visible el texto y la significación de la palabra de Dios. Siendo Nuestra Señora Virgen antes del parto, lo es también durante el parto, pues el milagro de encarnación es uno y completo. Y esto es conforme a las Escrituras: "una virgen concebirá y dará a luz".O sea, concebir y dar a luz virginalmente. Nuestra Señora permanece Virgen después del parto: Sobre la virginidad de Nuestra Señora después del parto, ya probamos anteriormente. Todavía, para dar un realce a la explicación, hagamos un pequeño ejercicio de hermenéutica. Cuando Nuestra Señora afirma, categóricamente "no conozco varón", ella no está diciendo "hasta este momento no conozco varón", sino que ella, por opción personal, no conoce varón, lo que dá una extensión general a su afirmación. Según la tradición, Nuestra Señora había hecho un voto de castidad perpetua y así lo mantiene, mismo viviendo con San José, como deja clara por la propia afirmación de Ella (no conozco varón). Si no fuese propósito de Nuestra Señora mantener una castidad perpetua, su afirmación no tendría propósito, pues el Ángel le podría haber dicho. "si ahora no conoces, lo conocerás luego; no es acaso José tu esposo?". Su afirmación tiene sentido en el contexto de un voto de castidad perpetua. En la misma línea, San Marcos llama a Jesús "El Hijo de María" (Mc 6,3), y no "uno de los hijos de María", como queriendo demostrar que Él era Su unico Hijo.
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