Hechos 7, 54-60:
El Martirio de Esteban
54 Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos y crujían los dientes contra él.
55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios;
56 y dijo: “Veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios.”
57 Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos se lanzaron a una contra él.
58 Echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearlo; y los testigos pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo.
59 Y mientras lo apedreaban, Esteban invocaba al Señor y decía: “Señor Jesús, recibe mi espíritu.”
60 Cayendo de rodillas, clamó en alta voz: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado.” Habiendo dicho esto, durmió (expiró). |