SEÑALES EN EL CAMINO 2ª Señal: ¿CÓMO ORAR?
Significa fomentar un deseo cierto de estar en comunicación con Dios. Porque orar es estar en contacto con el Señor. Por eso, el espíritu de oración es una gran señal en el camino de la salvación. Con la oración, una oración verdadera, que no sea sólo una lista de peticiones a Dios, sino que sea una oración entregada, generosa, oblativa; una oración que sea diálogo y no monólogo. En fin, con una oración verdadera y constante, seguramente se obtiene la gracia de la perseverancia final. San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia y gran maestro espiritual aseguraba con una gran precisión: “El que ora se salva ciertamente, y el que no ora, ciertamente se condena. Todos los bienaventurados se salvaron porque oraron, y los condenados se condenaron por no haber orado”.
Cuesta vivir en la presencia de Dios, porque nuestra mente está ocupada en cosas que tienen que ver con el quehacer diario y las preocupaciones. Nos cuesta mucho vivir en atención a Dios, a pesar de que El está siempre con nosotros y, además, si estamos en gracia, está en nosotros. Eso es lo ideal: vivir en la presencia del Señor. Como esto es difícil, dadas las ocupaciones cotidianas, necesitamos, entonces, tener momentos específicos de oración. . Oración de la mañana: . Interrupciones durante el día: . Oración de la noche:
Orar es como sintonizar la estación de Dios para entrar en contacto con El. Orar es chatear con Dios. ORAR es conversar con Dios. Esa es la definición más corriente, pero es incompleta. Vamos a ver qué le falta ... ¿Qué significa conversar con alguien? Ciertamente no puede significar que nada más hablo yo... solamente yo. Eso no sería conversar, sino hablar... hablar sólo yo. Porque orar es también oír a Dios. Mejor dicho: orar es sobre todo oír a Dios. Sería mejor decir que la oración es un diálogo con Dios. Pero si sólo hablo yo, no es diálogo, sino monólogo. Hay que dejar espacios para que Dios nos hable a cada uno en su corazón. No podemos hablar y hablar y hablar... Mejor dicho: pedir y pedir y pedir. ¡Así no puede ser nuestra oración!
Hay muchas maneras de orar. Hay muchas formas de oración. Y Dios recibe todas nuestras oraciones, desde las más sencillas, hasta las más elaboradas y elevadas. Hay varias formas de comunicamos con Dios: (leer de abajo hacia arriba) 8. Adoración
La forma más inferior de oración consiste en pedir cosas a Dios. No está mal, pero es la forma más baja de oración. Tenemos que tener cuidado que nuestra oración no sólo sea una pedidera, una lista de cosas para que el Señor nos las dé. (En silencio, hacer una muy breve oración de petición) La mayoría de las veces nuestra oración parece una lista de mercado o de cosas por hacer.
Subimos un poquitico en la escala de oración. Comenzamos a ser algo generosos, menos egoístas que con la oración de petición. Consiste en pedir por alguna persona que no es uno mismo. Pedir a Dios algo para alguien, o pedir por alguna cosa más general, como por ejemplo, la paz del mundo, etc. Es una oración un poquito menos egoísta que pedir sólo para nosotros mismos. (Breve oración de intercesión en silencio)
Consiste en pedir perdón por nuestros pecados. Pedir perdón cuando le fallamos a Dios. Recordemos que debemos arrepentirnos de veras, de manera perfecta: porque Dios me ama y no merece mi rechazo cuando peco... porque pecar es rechazar a Dios, expulsar a Dios de mi vida. (En silencio, hacer una buena oración de arrepentimiento perfecto: pedir perdón a Dios, porque le hemos fallado, por los pecados cometidos. Pedirle perdón porque El que nos ama infinitamente no merece nuestro rechazo).
Consiste en pedir perdón por los pecados de otros. Hay gente que no se arrepiente y podemos orar a Dios por esas personas. Recordemos a Jesús en la cruz. ¿Qué dijo sobre los que lo crucificaron y se burlaban de El? “Padre: perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc. 23, 34). Jesús estaba haciendo una oración de reparación por los pecados de esos hombres. Nosotros podemos reparar por las ofensas que recibe Dios de parte de tanta gente, que lo rechaza, que lo critica, que le reclama. (Pensar en algún mal que requiera hacer una oración de reparación y hacerla en silencio).
El significado de esta forma de oración es claro. Pero ... ¿cuántas veces oramos agradeciendo a Dios por todo lo que nos da? Hay que ser agradecidos con todo el mundo, pero principalmente con Dios. Vamos a pensar unos instantes en tantas cosas por las que debemos estar agradecidos a Dios ... y debemos agradecerle. SILENCIO.
¿Cómo alabamos a Dios? Diciéndole lo grande que es, lo bueno que es, las maravillas que ha hecho, las maravillas que hace en mi vida: todo lo que me ha dado a mí particularmente en mi vida, y todo lo que nos ha dado para el disfrute de todos. Cuando vemos el mar, las montañas, el cielo, los astros ... todo lo que Dios ha puesto para nosotros ... ¿cómo no pensar en la grandeza de Dios? ¿Por qué no decírselo? (Salmo 139 (138) versículos 1-17 - leer pausadamente) Canto Tú me conoces (Hacer en silencio una oración alabando a Dios por su grandeza, por su omnipotencia, por lo que es).
Esta oración es difícil de ubicar. Pero pensemos un momento cuando hemos estado en algún peligro o cuando hemos pasado por una situación de sufrimiento. Pensemos en qué consiste entregar... La oración de entrega es de las más elevadas ... y necesarias. La oración de entrega es una oración de confianza. Cuando oramos con entrega es porque tenemos verdadera confianza en Dios. Y ¿cómo no vamos a confiar en Dios que es nuestro Padre y que desea lo mejor para nuestro bien? La oración de entrega significa que confío en Dios, en todo lo que El permita para mí. Y se lo digo: Jesús, confío en Ti. Me entrego totalmente a Ti. Haz conmigo lo que Tú quieras. Orar en silencio.
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