HISTORIA
de la
RENOVACION CARISMATICA CATOLICA

 

La Renovación Carismática Católica tuvo sus orígenes en 1967, cuando un grupo liderado por William Storey y Ralph Keifer, dos profesores laicos de la Universidad de Duquesne, en Estados Unidos, decidieron orar juntos para pedir el bautismo en el Espíritu Santo. Por influencia de dos jóvenes laicos de los Cursillos de Cristiandad, Ralph Martin y Stephen B. Clark, leyeron un libro pentecostal llamado La Cruz y El Puñal en donde se narraba el ministerio cristiano del pastor pentecostal David Wilkerson entre pandilleros neoyorquinos.

La lectura llevó a los interesados a acudir por indicación del párroco episcopal de la iglesia Christ Church (Pittsburgh), a un grupo de oración ecuménico, en casa de Florence Dodge, una presbiteriana carismática, en donde recibieron su primera efusión pentecostal en el Espíritu Santo.

Luego habrían recibido el llamado "don de lenguas" y otro tipo de carismas, como el de sanación, que son típicos de toda corriente pentecostal o carismática en cristianos de otras denominaciones. En poco tiempo el movimiento se propagó a otras universidades, como Notre Dame, en Indiana y East Lansing, en Míchigan.

Otro de los propagadores del movimiento carismático en la Iglesia católica fue el pastor pentecostal David du Plessis, quien contribuyó al acercamiento del nuevo movimiento católico a las distintas corrientes del pentecostalismo protestante. El reverendo du Plessis participó en el Consejo Mundial de Iglesias de 1954 y 1961, y fue invitado para oficiar como representante pentecostal en el Concilio Vaticano II.5

Del 8 al 9 de abril de 1967 noventa personas, entre ellas algunos sacerdotes, se congregaron en la Universidad de Notre Dame en un retiro, para reflexionar sobre los acontecimientos producidos en sus vidas, así como contextualizar la experiencia carismática dentro del libro de los Hechos de los Apóstoles, así como una nueva comprensión de la acción del Espíritu en la iglesia, produciéndose entre ellos una fuerte experiencia con el Espíritu Santo.

La narración centrada en la experiencia de Duquesne la recogió el teólogo Kevin Ranaghan, y la relata en su libro Catholic Pentecostals (Pentecostales Católicos), y la experiencia de Notre Dame está más desarrollada en el libro de Edward O'Connor, The Pentecostal Movement in the Catholic Church (El Movimiento Pentecostal en la Iglesia Católica).
A los pocos años de su nacimiento, la "renovación" traspasó las fronteras de los Estados Unidos.

A comienzos de los años 70, el movimiento carismático arribó a América Latina cuando algunos predicadores  protestantes bautistas
y católicos, en particular Francis MacNutt, fueron invitados por el sacerdote colombiano Rafael García Herreroseudista, quien dirigía una fundación social y eclesial llamada "Minuto de Dios" para ayudar a familias obreras.

Varios sacerdotes y laicos de dicha comunidad religiosa se adhirieron a esta corriente como su sucesor, el padre Diego Jaramillo, y desde entonces, el Minuto de Dios se ha convertido en un importante (mas no único) centro de difusión del movimiento carismático en el ámbito regional, utilizando los medios de comunicación como la prensa, la radio y la televisión, organizando seminarios de iniciación (los ya mencionados "Seminarios de Vida en el Espíritu"), asambleas, congresos, misas, retiros y otro tipo de actividades.

Hoy existen comunidades muy grandes que son polos de desarrollo de la Renovación Carismática en todo el subcontinente.

El movimiento carismático tuvo un gran impulso en la década de 1970 y un crecimiento más lento, pero sostenido, a partir de los años 80.

En América Latina la Renovación Carismática ha tenido gran acogida, debido en parte a las particulares características festivas y espontáneas de su población, que además es proclive a aceptar la presencia sobrenatural como parte de la vida cotidiana

En los distintos paises latinoamericanos (a excepción de Brasil y en España la Renovación Carismática se ha estructurado en base a las coordinaciones locales o nacionales que han tomado el control del movimiento tras el empuje inicial de los años 1970s.

Sin embargo el movimiento carismático católico en muchos países es un movimiento poco estructurado, que no requiere membresía oficial.  Está constituidos por cantidad de personas que se mueven por convocatorias a Retiros, donde reciben alguna instrucción catequética y en los que se dan servicios de sanación y liberación.  También hay grupos espontáneos de católicos que se reúnen a orar a la manera carismática.  En general son grupos más bien conservadores en doctrina.

El movimiento carismático desde mediados de los 80's sufrió fuertes cambios que lo alejaron de su inicial identidad ecuménica y Pentecostal. y lo han reducido en diversos lugares a centros de promoción de una devoción comunitaria al Espíritu Santo dentro de la Iglesia Católica.

El  ICCR:.
Órganos de Servicio y Coordinación

Habiendo nacido en los Estados Unidos, la Renovación Carismática se comenzó a estructurar como movimiento organizadod(aunque en realidad no lo es, es un proceso espiritual en la Iglesia) con cierta rapidez desde los años 70. Y tuvo necesidad de coordinar a través de sus líderes internacionales las comunicaciones de su desarrollo primero a través del su oficina internacional de comunicación, el ICO (International Communications Office), que no era sino el escritorio de Ralph Martin,
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 localizado en Ann Arbor, Michigan
.

Posteriormente, en 1978, el ICO se convirtió en el ICCRO (International Catholic Charismatic Office), la Oficina Internacional de la Renovación Carismática, al mudarse a Bruselas, Bélgica, bajo los auspicios del cardenal Leo Jozef Suenens, arzobispo de tal sede. Con ello, la identidad del movimiento carismático cobró un carácter más eclesial.11 El 25 de marzo de 1985, el ICCRO se estableció en la ciudad del Vaticano.

Finalmente en 1993, el ICCRO se convirtió en el ICCRS (en inglés, Servicios Internacionales para la Renovación Carismática), al aprobarse sus estatutos. Su actual presidenta es la señora Michelle Moran, laica inglesa, magister en teología pastoral, predicadora y miembro fundador de la comunidad católica de evangelización Sión.


Representantes destacados

Originalmente, la mayoría de los promotores del naciente movimiento carismático católico fueron sacerdotes, laicos y religiosos anglosajones, como el Dr. Francis MacNutt, , así como también el Padre Robert de GrandisUn caso particular de ministerio de sanación ha sido el de la clarisa Briege McKenna, que ha visitado Latinoamérica en diversas oportunidades, y hoy se dedica a interceder por los sacerdotes que particularmente atraviesan por crisis vocacionales. Su ministerio se llama Intercesión por los Sacerdotes.

 

 

Apendice:
¿Cómo actuar ante los
Carismas del Espíritu Santo?