SEÑALES EN EL CAMINO 3ª. Señal LA HUMILDAD DE DIOS 3. ¿Qué podemos decir de la humildad de Dios haciéndose Hombre? No hay muestra de humildad mayor que la de Dios hecho Hombre. Con la Encarnación, se unió el Creador con la creatura, lo más alto con lo más bajo. Por eso la humildad es una virtud que pertenece esencialmente a Cristo. Y a Cristo, no sólo como Hombre, sino en especial como Dios. Porque para Dios, el ser Bueno, Santo y Misericordioso, no es virtud, ya que eso pertenece a su propia naturaleza divina, a su propia esencia. Dios no puede exaltarse por encima de lo que es, ni puede aumentar su grandeza más allá de lo infinito. Pero lo que sí hizo fue humillarse y rebajarse. Por eso es que dice San Pablo que Cristo se rebajó a sí mismo, al hacerse Hombre: Cristo, a pesar de su condición divina,
Jesús hubiera podido decir “Aprendan de Mi que soy casto, prudente, justo, sabio, puro…”. Pero ¿qué nos dijo? “Aprendan de Mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11, 29). La humildad es el reconocimiento de la grandeza de Dios. Porque si hay alguien realmente poderoso, ése es el Señor, y los humildes son los que lo honran. (Sir 3, 20)
|
||||
|
||||
|
||||