SEÑALES EN EL CAMINO 7ª Señal ¿Qué estaban celebrando 5. ¿Qué estaban celebrando Jesús y los Apóstoles en la Ultima Cena? Precisamente estaban celebrando ese Jueves, el primer Jueves Santo de la historia, la Fiesta de Pascua. Jesús celebraba con sus Apóstoles la Pascua judía, es decir, la conmemoración de la liberación de Egipto. En esa Cena Pascual se comía –igual que aquella noche antes de salir de Egipto- un cordero sacrificado. Ahhh! Pero resulta que sucede algo imprevisto: Jesús sustituye al cordero pascual por Sí mismo. El se entrega como “verdadero Cordero Pascual” (Prefacio de la Misa de Pascua), a ser sacrificado en la Cruz al día siguiente. Eso es, entonces, lo que significan las palabras del Sacerdote cuando, presentando la hostia consagrada dice: “Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Esas palabras ya las dijo antes San Juan Bautista, al identificar a Jesús como el Mesías en la ribera del Jordán: ”Allí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo” (cf. Jn. 1, 29). Pero también había otro tipo de sacrificio en el Antiguo Testamento. Eran los sacrificios de alianza, como la Alianza entre Yavé y su pueblo, por medio de la cual éste se comprometió a cumplir lo pedido por Dios. Esos sacrificios de alianza se sellaban mediante un rito de sangre. Por eso, en cuanto el pueblo decidió comprometerse a cumplir la Alianza con Yavé, Moisés roció al Pueblo con la sangre de animales previamente sacrificados. Y dijo a los israelitas, una vez hecha la Alianza: “Esta es la sangre de la Alianza que Yavé ha hecho con ustedes, conforme a todos estos compromisos” (Ex. 24, 3-8). Esa era la “Antigua Alianza”. Pero en la Ultima Cena, al presentar el cáliz lleno de vino, Jesús dice: “Este es el cáliz de la Nueva Alianza, la cual se sella con mi Sangre”. Ya no era sangre de animales, sino que la Nueva Alianza queda sellada con la Sangre del Hijo de Dios. Al hablar de Su Sangre, Jesús estaba anunciando su muerte al día siguiente, pues El es el verdadero Cordero sacrificado en la Cruz. Y su Sangre derramada sellaría la Nueva Alianza. El Cuerpo entregado y su Sangre derramada hacen de la muerte de Cristo un sacrificio singular: sacrificio de alianza, la Nueva Alianza que sustituye a la Antigua Alianza del Sinaí. En esta Nueva Alianza, el Cordero es Cristo, y ahora no se derrama sangre de animales, sino ¡nada menos! que la del mismo Hijo de Dios.
Jesús instituye el Sacramento de su Cuerpo y su Sangre, la Sagrada Comunión. Vamos a leer la relación que hace San Pablo de la Ultima Cena en 1 Cor. 11, 23-28 1 Cor 11:
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