SEÑALES EN EL CAMINO 8ª Señal 4. ¿Cómo fue que Dios Hijo se hizo un ser humano como nosotros? San Mateo sólo nos dice que María, su madre, estaba comprometida con José; pero antes de que vivieran juntos, quedó embarazada por obra del Espíritu Santo. (Mt. 1, 18) Pero San Lucas, que es el Evangelista que nos da los detalles de la infancia de Jesús, nos cuenta cómo fue la Anunciación a la Santísima Virgen y cómo quedó embarazada por obra del Espíritu Santo. Lc 1: (Taylor Caldwell en Médico de cuerpo y almas narra lo que debió ser así: que San Lucas estuvo un buen tiempo interrogando a la Santísima Virgen María para poder escribir este relato desde el principio bien ordenado. Siendo científico muestra cómo hizo una investigación detallada y exhaustiva de todos los hechos que los testigos presenciales trasmitían) Según la tradición San Lucas conoció a María, la madre de Jesús, en una visita que hizo junto a Pablo. Al revelarnos los íntimos secretos de la Anunciación, de la Visitación, de la Navidad, él nos hace entender que conoció personalmente a María, la madre de Jesús. Se cree, por esto, que Lucas cite tantos sucesos de la infancia de Jesús. Incluso llega a hablar de los sentimientos de María. "María, por su parte, guardaba con cuidado todas estas cosas, meditándolas en su corazón", dice Lucas cuando llegan los pastores al pesebre a adorar a Jesús recién nacido y en el hallazgo de Jesús perdido. Algún exégeta se ha atrevido a lanzar la hipótesis de que fue la Virgen María misma quien le transcribió el himno del “Magnificat”, que ella elevó a Dios en el encuentro con su prima Isabel. A San Lucas se le atribuye una pintura muy antigua de María en las catacumbas de Priscila en Roma. Si pudo pintar a la Virgen, debió haberla conocido. Su cualidad de pintor es reconocida por otros pintores: caso de la obra San Lucas pintando a Cristo en la cruz, de Zurbarán, u otra obra retratando a María en los mosaicos de la Santa María Mayor en Roma. Más famosa es la obra de El Greco de San Lucas con el retrato de la Virgen.
En el Capítulo 1 de su Evangelio, San Lucas viene narrando la concepción (6 meses antes) de San Juan Bautista, el Precursor, el que debía preparar el camino del Mesías. Por eso comienza el relato de la Anunciación de Jesús con este dato en cuanto al tiempo: al sexto mes. Se refiere San Lucas al sexto mes de la concepción de San Juan Bautista. Lucas 1: Sabemos que María tenía voto de virginidad, pues ella se lo dice al Ángel Gabriel. ¿Cuándo se lo dijo? Al hacerle esta pregunta: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» . ¿Qué significado tiene la pregunta de María? «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» Significa que María tenía voto de virginidad. Puede esgrimirse como una prueba bíblica de la virginidad de María. Veamos por qué puede sostenerse esto: hay que ponerse en el momento en que sucede la Anunciación. Hemos dicho que tuvo lugar entre la ceremonia de esponsales y la fiesta nupcial de San José y la Virgen. Si María hubiera tenido intenciones de tener relaciones con José unos meses después, no tendría por qué hacer esta pregunta, porque hubiera podido entender que al comenzar a vivir con José, concebiría a ese hijo que el Ángel le ha anunciado. Pero como María preguntó cómo sucedería la Encarnación, siendo ella virgen, era porque tenía decidido seguir siendo virgen. Y el Ángel le responde: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios.» (Lc 1, 16) ¿Qué recuerdan estas palabras del Arcángel Gabriel: el Altísimo te cubrirá con su sombra? Así como la nube cubría el Arca de la Alianza en el Antiguo Testamento, así la sombra del Espíritu Santo cubrirá a María y la haría concebir al Hijo de Dios. Por eso María es llamada con toda razón “Esposa del Espíritu Santo”. . Revisemos desde lejos la escena de la Anunciación del Hijo de Dios a la Santísima Virgen María. Meditemos por un momento la misión del Arcángel Gabriel. Gabriel ha vivido desde que fue creado contemplando la gloria de Dios en el Cielo. Dios le encomienda la misión de anunciar la Encarnación del Verbo de Dios. Y lo envía a un Planeta del Sistema Solar, no al más grande, sino a uno de los más pequeños: a la Tierra. En ese tiempo el poder mundial en la tierra es Roma, pero no lo manda a la capital del Imperio Romano, sino a Palestina, pero tampoco a Jerusalén, la capital de Judá, sino a un pueblito llamado Nazaret. Y tiene la misión de ir a donde una jovencita virgen llamada María. Y a esa joven virgen debe darle el anuncio de que Dios, a Quien Gabriel adora y sirve, y cuya gloria infinita conoce de sobra, va a encarnarse en el vientre virginal de esa jovencita. Pero … ¿quién es esta creatura en la cual el Dios Infinito y Todopoderoso se va a encarnar? Es María, a quien Dios ha escogido de toda la eternidad para ser su Madre. Y para ello la ha preparado. La preparó creándola sin el Pecado Original, con el cual todos somos concebidos. Por eso el Ángel la saluda como llena de gracia. Y por eso María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo (Lc 1, 29). En este saludo la Iglesia observa que María fue concebida sin Pecado Original y ha declarado el Dogma de la Inmaculada Concepción de María: si estaba llena de gracia, plena de Dios, no podía haber pecado alguno en ella, ni siquiera el Pecado Original.(ver CIC #4901) “A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX: «... la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus: DS, 2803). (CIC #491) ¿Cómo puede ser esto posible, si no habían tenido lugar los hechos que redimieron al género humano? Esto lo que nos quiere decir es que María fue redimida por adelantado, antes de que el Hijo de Dios fuera concebido como Hombre en el seno de su Madre. En el saludo también le decía: «el Señor está contigo.» Cada vez que Dios dice estas palabras significa que está encomendando una misión muy importante. Así le dijo Dios a Moisés cuando le encomendó el sacar a su Pueblo de Egipto. Y así le dijo a algunos a lo largo de la historia del Pueblo de Israel, cuando les ha encomendado una misión.
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