Cómo ser salvo?

SEÑALES EN EL CAMINO
DE SALVACIÓN

9ª Señal
Amor, aprecio y obediencia
a la Iglesia


8.   ¿Qué son las Llaves del Reino?


Continuemos con la cita en que Jesús funda su Iglesia sobre la Roca que es Pedro:

Mt 16:
18. Y ahora Yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra, Roca), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer.
19. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.»

No significa este otorgamiento de las llaves del Reino de los Cielos a lo que comúnmente se refiere en algunos cuentos y hasta chistes sobre San Pedro como especie de portero del Cielo.  No es que San Pedro es el que abre y cierra la puerta del Cielo, dejando pasar a quien le parece.  Es algo totalmente distinto.

Si nos fijamos bien en esta cita las llaves del Reino de los Cielos, no son las llaves de Cielo, sino que hay una connotación de que el Reino de los Cielos está aquí en la tierra:  Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo.  Enseguida de decir Reino de los Cielos, dice lo que ates en la tierra.   

Pero no sólo esto, sino que Jesús al escoger las palabras que usa al fundar su Iglesia,  está utilizando adrede un lenguaje conocido ya en Israel sobre cómo era la autoridad en el Reino.  Además muestra que las llaves son una señal de autoridad. 

Veamos la similitud en esta cita de Isaías:

Pondré en sus manos la llave de la Casa de David; cuando él abra, nadie podrá cerrar, y cuando cierre, nadie podrá abrir. (Is 20, 22)

Y la Liturgia de la Iglesia corrobora esta apreciación al colocarnos la lectura de Isaías y la de San Mateo juntas en la Liturgia de la Palabra del Domingo 21 del Tiempo Ordinario A:

Domingo 21 Tiempo Ordinario A
Primera Lectura (Is. 22, 19-23)  - 
Evangelio (Mt. 16, 13-20)

Del libro del Profeta Isaías  (Is 22,19-23):
      Esto dice el Señor a Sebná, mayordomo de palacio: "Te echaré de tu puesto y te destituiré de tu cargo. Aquel mismo día llamaré a mi siervo, a Eleacín, el hijo de Elcías; le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda y le traspasaré tus poderes. Será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré la llave del palacio de David sobre su hombro. Lo que é1 abra, nadie lo cerrará; lo que é1 cierre, nadie lo abrirá. Lo fijaré como un clavo en muro firme y será un trono de gloria para la casa de su padre".

Del santo Evangelio según San Mateo(Mt. 16,13-20):

En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan, el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas". Luego les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Jesús le dijo entonces: “¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre, que está en los cielos! Y Yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". Y les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que El era el Mesías.

Es claro, entonces, que Jesús no sólo le está dando un nuevo nombre a Simón:  Petrus (Roca), sino que le está confiando las Llaves del Reino.  De hecho el Señor toma prestada la frase del Profeta Isaías (Is 20, 22).  Está citando casi textualmente ese verso del Antiguo Testamento que era bien conocido entonces.

Comenta el teólogo bíblico, Scott Hahn, que esta Liturgia de la Palabra fue para él un descubrimiento determinante en su conversión al catolicismo, tal vez el punto más determinante en su proceso.  Y se lamenta que los Católicos que defienden la fe de la Iglesia hoy no se están dan cuenta suficientemente de lo que esta conexión contiene y del significado que tiene que la Liturgia de la Palabra nos las presente unidas.  Comenta que los defensores de la fe en los siglos 16 y 17 sí tenían conciencia de esta conexión, pero hoy en día no se da suficiente importancia a cuán crucial es la unión entre estas dos lecturas.

Analicemos con más detalle a qué se refería el Profeta Isaías sobre lo que estaba sucediendo en el Reino de David.  

Veamos otra traducción, la de la Biblia Latinoamericana: 

Is 22:
19. «Te destituiré de tu puesto y te quitaré tu cargo; Aquel día llamaré a mi servidor,
20. a Eliaquim, hijo de Helcías. Le pasaré tu traje,
21. le colocaré tu cinturón, y le confiaré tu cargo, y será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la familia de Judá.
22. Pondré en sus manos la llave de la Casa de David; cuando él abra, nadie podrá cerrar, y cuando cierre, nadie podrá abrir.
23. Lo meteré como un clavo en un muro resistente y su puesto le dará fama a la familia de su padre.»
24. Colgarán allí todo lo de valor de la familia de su padre -sus hijos y nietos-, todos los utensilios pequeños, desde las copas hasta los jarros.

En esta traducción se nos habla de la Casa de David .  Y ¿qué es la Casa de David?  ¿El palacio donde vivía el Rey David?  Sí, pero también algo más.  El término Casa de David se refiere a una dinastía monárquica, o sea que es una casa real, como es la Casa de los Borbones (España), o la Casa de Windsor (Inglaterra).

Cuando esto que relata Isaías 22 está sucediendo en Judea, el Rey David había muerto hacía cientos de años.  Entonces, la Casa de David es el Reino Davídico, la Dinastía Davídica. 

Pero veamos otros símbolos de poder dinástico que se le están dando a este Eliaquim, además de las llaves:  primero que todo el cargo, luego el traje, el cinturón.   Pero lo más importante eran las llaves de la Casa de David, las Llaves Reales. 

Y ¿qué hay de la palabra padre? Y será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la familia de Judá  ¿A qué nos suena?  Al Papa, ¿no?

Pondré en sus manos las llaves de la Casa de David:  cuando él abra, nadie podrá cerrar y cuando el cierre nadie podrá abrir.  (Is 22, 22) Idem en Mt. 16, 19:  Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos:  lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo …

Son las mismas llaves de la Casa de David.  Es el reestablecimiento del Reino de David, o sea, el Reino de Cristo en la tierra. 

El Vicario o Mayordomo es el punto de referencia de todo el Reino.  Y tiene autoridad sobre los príncipes e, inclusive, sobre los utensilios de la cocina (Is. 22, 24).

.     ¿Es éste el único caso de Vicaría en el Antiguo Testamento?

Veamos este caso:

2 Re 15:
1. Azarías, hijo de Amasías, rey de Judá, comenzó a reinar el año veintisiete del reinado de Jeroboam en Israel.
2. Tenía dieciséis años cuando comenzó a reinar y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén; su madre era Jolía, de Jerusalén.
5. El rey fue víctima de una plaga de Yavé, pues enfermó de lepra, y quedó leproso hasta el día de su muerte. Vivió en una casa aislada, mientras Jotam, su hijo, estaba al frente de la casa del rey y administraba justicia al reino.

El Rey Azarías está leproso y tenía que permanecer fuera de la ciudad.  Así que su hijo Jotán fue designado para gobernar el reino y mientras el Rey pudiera regresar.

Pero volvamos al texto de Mateo 16, cuando Jesús funda su Iglesia y nombra a San Pedro su Vicario:

.     ¿Cuándo es que Jesús decide ir a Jerusalén para entregarse a los que iban a condenarlo a muerte?

Veamos cómo continúa la narración de la entrega de las llaves del Reino a San Pedro

Mt 16:
19. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.»
20. Entonces Jesús les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que El era el Mesías.
21. A partir de ese día, Jesucristo comenzó a manifestar a sus discípulos que El debía ir a Jerusalén y que las autoridades judías, los sumos sacerdotes y los maestros de la Ley lo iban a hacer sufrir mucho. Que incluso debía ser muerto y que resucitaría al tercer día.

¿Qué nos indica este comentario de Mt 16, 21?

Que Jesús decide ir a Jerusalén a entregarse sólo cuando ya había fundado su Iglesia y había nombrado su Vicario, el Mayordomo del nuevo Reino de David que es su Iglesia, que continuará y que durará para siempre.

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