5º y 8º MANDAMIENTOS |
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1. ¿Cuál es el Quinto Mandamiento? No matarás.
Vamos a ver: ¿Quién nos ha dado la vida? Si Dios es Quien nos ha creado, El nos ha dado la vida. ¿Y si Dios nos ha dado la vida, de Quién es nuestra vida y la vida de los demás? Por supuesto, de Dios. ¿No es así?
Que no puedo quitarle la vida a nadie injustamente. Qué nadie puede quitarse la vida bajo ninguna circunstancia. Eso es lo que se llama “suicidio”.
No. Absolutamente no. Dios es el Dueño de la vida de todos y cada uno y nadie tiene derecho a disponer cuándo es que alguien va a morir. Aunque esté sufriendo mucho, no puede quitársele la vida a nadie. Se le puede ayudar aliviando los dolores y los sufrimientos, pero no haciendo que se muera antes que Dios lo disponga.
Ahhh! No tan rápido. Porque es que el 5º Mandamiento también prohibe otras cosas. ¿Qué cosas más están prohibidas en el Mandamiento de no matar? En el 5º Mandamiento Dios nos prohibe hacerle daño físico a alguien o hacerme daño físico yo mismo.
Peleando violentamente, por ejemplo. No podemos estar poniéndonos de mal humor y golpeando a los hermanos o a los amigos cuando estamos jugando con ellos. No podemos estar buscando pleito, porque nos da la gana de ser peleones. Todo eso está en contra del 5º Mandamiento.
Dios quiere que tratemos a los demás con amor, con cariño y siempre buscando ayudarlos.
Traten a los demás como ustedes quieren que los traten a ustedes. (Mt 7, 12)
A todos nos gusta que nos traten bien, ¿no es así? Nadie quiere que le hagan cosas malas. Entonces, ¿podemos hacer cosas malas a los demás? No podemos hacerle daño a nadie, ni hacerle maldades. Entonces, Jesús nos ha dicho que nosotros debemos tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros. Así que cada vez que piensen en hacer daño a alguien o en tratarlo mal, recuérdense de los que nos dijo Jesús: tratar a los demás como nosotros queremos que nos traten. 10. ¿Y saben qué más nos dijo Jesús sobre los demás? Ustedes deben amarse unos a otros como Yo los he amado. (Jn 13, 34)
Jesús nos ama muchísimo. El dio su vida por nosotros. Hasta ese punto nos amó. Entonces, Jesús quiere que amemos a los demás como El nos ama. Jesús quiere que amemos a los demás como El los ama.
No darás falso testimonio ni mentirás.
¡De las mentiras!
Sí. Decir mentiras es pecado. Eso no le gusta a Dios para nada. Tanto así que lo escribió como uno de los Mandamientos.
Ni siquiera para cuando queramos evitar un castigo por algo malo que hayamos hecho, podemos mentir. Dios no quiere eso de estar mintiendo. ¿No les parece a ustedes que es muy feo ver a la gente diciendo mentiras? Bueno, imagínense cómo nos ve Dios cuando estamos diciendo mentiras. Dios nos ve más feos que lo que nosotros vemos a los demás.
“Digan sí cuando es sí y no cuando es no;
Jesús nos pide que digamos sí, cuando es sí. Y que digamos no cuando es no. Hacer lo contrario: decir sí en vez de no, y decir no en vez de sí no le gusta a Dios para nada. Y Jesús agrega que cuando decimos lo contrario de lo que debe ser, eso viene del Demonio. Entonces, cuando decimos la verdad estamos haciendo lo que Dios quiere. Pero cuando no decimos la verdad, sino que mentimos, estamos haciendo lo que el Demonio quiere.
19. ¿Ustedes saben por qué Jesús nos dice eso sobre el Demonio y las mentiras? Porque el que inventó las mentiras fue el Demonio. El Demonio es el inventor de las mentiras. Entonces cuando decimos mentiras estamos haciendo lo que el Demonio hace.
Le dijo una tremenda mentira y Eva se la creyó. ¿Se recuerdan que Dios les había dicho a Adán y Eva que si comían del fruto del Árbol del Bien y del Mal, iban a morir. Y ¿qué hizo el Demonio disfrazado de Serpiente? Inventó una mentira: le dijo a Eva que si comían del fruto prohibido no iban a morir, como Dios les había advertido, sino que iban a saber tanto como Dios. ¡Mentira! Y ya sabemos lo que pasó. Por eso es que Jesús mismo nos dice que el Demonio es el padre de la mentira (Jn 8, 44). O sea que el que inventó las mentiras fue el Demonio.
Recordarnos de esto: mentir es hacer lo que hace el Demonio. Jesús no quiere que digamos mentiras. El Octavo Mandamiento prohibe las mentiras. Y cuando tengamos ganas de mentir debemos rezar a nuestro Ángel de la Guarda, o a Jesús o a la Virgen para que nos ayuden a decir siempre la verdad. Y vamos a tratar de decir la verdad, aunque sepamos que al decir la verdad, pudiéramos ser castigados por algo malo que hayamos hecho. Más feo es decir una mentira que ser castigados por algo malo. Y Jesús se pone contengo cuando decimos siempre la verdad.
Sí. Hay unas mentiras que son muy graves, gravísimas. Por ejemplo: inventar algo malo sobre alguien y decírselo a los demás. Eso es muy grave. Y esa mentira tiene un nombre muy feo. Eso se llama calumnia. La calumnia es decir mentiras sobre los demás. Esas mentiras hacen daño a las personas, porque la gente piensa mal de esa persona que hemos calumniado. Y resulta que es mentira lo que hemos dicho. ¡Qué horror! Eso no le gusta a Dios para nada. Si no le gustan las mentiras, imagínense ustedes cómo se pondrá Jesús de triste si andamos inventando cosas malas sobre otras personas.
Tampoco podemos estar hablando mal de los amigos o de los que no son amigos. No podemos estar diciendo cosas malas de los demás. Eso se llama criticar. Y a Jesús tampoco le gusta que estemos criticando a los demás, aunque sea verdad lo que estamos diciendo. Sin embargo, a veces puede ser necesario decirle a nuestros papás algo malo que vemos de algún amigo o de alguna persona, para que ellos sepan cómo actuar.
Jesús quiere que hablemos de las cosas buenas de los demás. Eso también es tratar a los demás como nosotros queremos que nos traten a nosotros. Así, que si hemos de decir algo de alguien, que sea algo bueno que le vemos, o que sabemos que ha hecho. Jesús se pone contento cuando nos portamos así.
ORACION de Amor a Dios:
PADRE NUESTRO
Memorizar y orar: Memorizar:
AVE MARIA
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