6º y 9º - 7º y 10º MANDAMIENTOS
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1. ¿Cuál es el Sexto Mandamiento? No cometerás actos impuros.
No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
….. Esos pensamientos y actos impuros son todo lo relacionado con el sexo. El sexo es bueno, pues fue creado por Dios para el Matrimonio y para que pudieran nacer los bebés. Pero, a veces pasan cosas por la televisión o saltan cosas por Internet o vemos una revista que puede llevar a que los niños no sean puros, como Dios quiere que sean.
En estos dos Mandamientos que son sobre el sexo, Dios nos exige mantenernos puros de cuerpo y alma. Dios nos pide que seamos puros, que practiquemos la virtud de la pureza. Esto es tan importante que Dios puso dos mandamientos que nos enseñan a ser puros.
Por ejemplo, no viendo películas malas, ni viendo imágenes feas. Obedeciendo a nuestros papás cuando nos dicen que no debemos ver algunas cosas que puedan hacernos daño. No debemos decir palabras feas.
Debemos retirarnos inmediatamente. Apagar la televisión y cortar la computadora, y no quedarnos viendo esas imágenes feas. Además, es necesario rezar alguna oración, como la del Ángel de la Guarda, o el Padre Nuestro o el Ave María. O simplemente pedirle a Jesús que nos ayude en ese momento. Con la oración, nuestro Ángel y Jesús y la Virgen vienen enseguida a cuidarnos.
No robarás.
No codiciarás los bienes ajenos.
El 7º y el 9º Mandamiento son sobre el robo, sobre tomar cosas que no son mías. Esto de robar es bien importante. Fíjense que Dios también puso dos Mandamientos para el robo.
¿Cómo es eso? De nuevo: ¿cuál es el 10º Mandamiento? No codiciarás los bienes ajenos. ¿Alguien sabe qué significa codiciar? …. Codiciar es desear algo que yo no debo tener. Vamos a ver un ejemplo: Yo quiero tener un juego electrónico que tiene otro niño. Y cada vez que veo el morral de ese niño, veo el juego y me provoca tenerlo. Y pienso en ese juego a cada rato. Y hablo del juego y hasta se lo pido a mi mamá y ella me dice que no puede comprármelo. Y vuelvo a ver el juego del niño en su morral. Y me provoca tener el juego para llevarlo a mi casa. Y tengo tantas ganas de tenerlo, que hasta comienzo a pensar cómo se lo voy a quitar. ¿Ven lo que es codiciar? Es desear tener lo que yo no puedo tener. ¿En qué puede terminar el niño que está codiciando? … Puede terminar tomando el juego. Puede terminar haciendo algo que pone muy triste a Jesús. Ese niño que está queriendo lo que no es suyo, puede terminar robando.
Que no podemos estar queriendo tener de todo y tener todo lo que tienen los demás. Jesús quiere que nos contentemos con lo que tenemos. Como la codicia es muy peligrosa porque puede llevarnos a robar, Jesús quiere que no estemos deseando tener lo que no podemos tener.
No robarás.
Que no podemos tomar cosas que sean de nuestros papás. Que tampoco podemos tomar cosas de nuestros hermanos. Que tampoco podemos tomar cosas de nuestros amigos o de los que no son amigos. Dios quiere que yo tenga algunas cosas, pero nunca puedo tener esas cosas quitándoselas a alguien. Eso es robar.
Por ejemplo, tomar cosas prestadas y no devolverlas. Eso también es robar, porque estoy quedándome con cosas que no son mías. Si encuentro algo que no es mío y puedo hacerlo llegar a su dueño, no me lo puedo quedar, tengo que tratar de hacerlo llegar a su dueño. Por ejemplo: si encuentro algo botado en el salón, se lo doy a la profesora o profesor, para que averigüen quién es el dueño. Dios quiere que yo esté contento con las cosas que puedo tener, y no estar queriendo más y más cosas.
Si no hemos pedido ese dinero y se lo tomamos escondidos para que no sepan, eso se llama robo.
Dios quiere que le pida perdón. Pero eso no es suficiente. Tengo que devolver lo que he robado.
¿Qué hacer cuando hemos dañado algo a propósito? Hay que pedir excusas a su dueño y tratar de reponer lo que hemos dañado.
Nos prohibe tomar cosas que no son mías, y destruir o dañar cosas que no son mías.
ORACION de Amor a Dios:
PADRE NUESTRO
Memorizar y orar:
Memorizar:
AVE MARIA
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