El Sacramento del Matrimonio- La Familia- La Virginidad

. Comunica a los esposos la gracia de alcanzar la santidad en la vida conyugal. La santidad es también para los casados.

. Les comunica la gracia de la procreación para tener los hijos que Dios quiera darles.

. Crea entre esposo y esposa un vínculo muy especial, que sólo se disuelve con la muerte de uno de los dos.

Dios instituyó el Matrimonio en el Paraíso terrenal, cuando creó a Adán y Eva. Pero fue Jesucristo quien elevó el Matrimonio a la muy alta categoría de Sacramento.

4. ¿Qué diferencia hay entre el Matrimonio Civil y el Matrimonio Eclesiástico?

El Matrimonio Civil es el contrato celebrado entre los cónyuges ante una autoridad civil.

El Matrimonio Eclesiástico es el Sacramento del Matrimonio, mediante el cual los esposos se comprometen ser fieles uno al otro hasta la muerte de uno de los dos.

En la Iglesia no existe el Divorcio. Esta es una separación legal que es canalizada a través de los tribunales civiles.

6. ¿Un cónyuge divorciado puede volver a contraer Matrimonio Eclesiástico?

No. Cuando una persona está divorciada por las leyes civiles, no significa que está autorizada por la Iglesia para contraer otro Matrimonio.

“Contraer un nuevo Matrimonio por parte de los divorciados, mientras viven sus cónyuges legítimos, contradice el plan y la ley de Dios enseñados por Cristo. Los que viven en esta situación no están separados de la Iglesia, pero no pueden acceder a la comunión eucarística. Pueden vivir su vida cristiana, sobre todo educando a sus hijos en la fe”.

Hay algunas personas que, respondiendo al llamado del Señor, escogen vivir en virginidad y sin casarse, ni tener hijos.

“Hay hombres que nacen incapacitados para casarse; hay otros que son mutilados por los hombres. Hay otros que por amor al Reino de los Cielo han descartado la posibilidad de casarse. El que pueda entender esto, que lo entienda” (Mt. 19, 12).

8. Y nosotros en esta etapa de nuestra vida juvenil ¿debemos permanecer en castidad o no?

El sexo fue creado por Dios para el Matrimonio. Así que debemos conservar este regalo tan grande que Dios nos ha dado para estrenarlo y usarlo en el Matrimonio, cuando hayamos encontrado la persona con quien hayamos decidido comenzar esa etapa tan importante de la vida que es la del Matrimonio Eclesiástico, para formar una familia.

9. Veamos nuestras responsabilidades como miembros que somos de una familia en estos momentos …

Nuestros padres tienen una responsabilidad ante Dios como esposos y como padres.

Y los hijos tienen una responsabilidad ante Dios como hijos y como hermanos.

¿Cuáles creen ustedes que son esas responsabilidades para con sus padres y para con sus hermanos?
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A nuestros padres debemos respeto y obediencia, primero que nada. Es el cumplimiento del 4º Mandamiento: Honrar padre y madre.

Pero también es una respuesta al amor que debemos a todos, pero muy especialmente a nuestros más allegados, que son nuestros padres y hermanos.

Nuestros hermanos son nuestros primeros prójimos, porque prójimo significa próximo. Padres y hermanos es lo más próximo que tenemos en nuestras relaciones.

Amar al prójimo como a ti mismo. Significa hacerles el bien, tratarlos como queremos ser tratados nosotros. Eso implica no estar peleando, ni fastidiando, ni envidiando, ni estando resentido y vengándose. Y cuando haya algún problema, perdonar y pedir perdón, para que haya reconciliación y paz en la familia.

ORACION

Dios Todopoderoso:
Tú nos has dado a los seres humanos
el don de compartir contigo tu poder creador,
al habernos hecho hombres y mujeres que,
uniéndonos en el Sacramento del Matrimonio, podemos tener hijos.

Gracias, Señor, porque nos has regalado la gracia de la procreación.
Pero, Señor, Tú sabes que somos débiles
y podemos mal usar este maravilloso don.

Te pedimos, Señor, que nos ayudes a cuidar nuestras capacidades sexuales
hasta que llegue el momento de formar nuestra familia.
Ayúdanos a ser castos y a conservar nuestra virginidad.

Consígueme, Señor, la pareja con quien Tú deseas unirme
en el Sacramento del Matrimonio para toda la vida
y a regalarle a él (o ella) mi virginidad.

Santísima Virgen María, enséñanos a ser puros como tú
especialmente en esta etapa de nuestra vida juvenil,
en que nos cuesta tanto la virtud de la pureza y la castidad.
Amén.

No consiste en que la Iglesia anula el Matrimonio, sino que declara que nunca hubo un verdadero Matrimonio y que, por tanto, fue nulo. La declaración de nulidad que la Iglesia da a un matrimonio que nunca fue, no es una especie de divorcio católico.

De la declaración de nulidad del vínculo matrimonial se ocupa el Tribunal Eclesiástico de cada Diócesis.

. Que alguno de los cónyuges vaya con la idea de que el matrimonio no es para toda la vida.

. Alguna inmadurez irremediable de uno de los cónyuges que le impida cumplir con alguna de las condiciones o fines del matrimonio.

No, porque sólo un Tribunal, después de un proceso bien llevado, está en capacidad de poder determinar si, efectivamente, no hubo matrimonio.

Adicionalmente, el Matrimonio por la Iglesia no es un acto privado, sino social y muy publicitado dentro y fuera de la Iglesia. Y la Iglesia y la sociedad deben saber quién realmente está casado y quién no.

Los hijos no son ilegítimos porque el vínculo conyugal afecta a los cónyuges, no a la filiación. La legitimidad tiene que ver con la ley civil, no con la ley de la Iglesia. Por tanto, los hijos de un matrimonio que fue celebrado civilmente, son legítimos y siempre permanecerán así, aun si sus padres se divorcian posteriormente o si la Iglesia después declara inválido el matrimonio. (Derecho Canónico 1137-1140).

Cuando la Iglesia encuentra y concluye que no se entró al matrimonio con validez, únicamente está hablando de los cónyuges, no de los hijos que han surgido de la unión.

Los hijos no son los que hacen el matrimonio. El matrimonio es realizado por el hombre y la mujer. Por tanto, cuando el Tribunal Eclesiástico conduce su investigación, es el vínculo matrimonial el que es juzgado, no la paternidad, la maternidad y la filiación.