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1. ¿Quién preparó la comida que comiste ayer? Tal vez fue tu mamá o alguna otra persona. ¿Alguna vez le has dado las gracias a quien te prepara la comida? ... ¿O lo tomas como un derecho que tienes? 2. Si lo piensas bien, te darás cuenta que otras personas han hecho muchas cosas por ti. Por ejemplo: ¿has estado enfermo alguna vez? ¿Quién te cuidó? ¿Quién ayudó a que te curaras? ¿No te parece que hay que agradecer todas estas cosas? 3. Hay una historia muy interesante en el Evangelio sobre unos leprosos que Jesús curó. ¿Sabes lo que es la lepra, lo que es un leproso? La lepra es una enfermedad terrible, pues se cae la carne a pedazos. Los leprosos en tiempo de Jesús eran apartados de los demás para que no contagiaran a otros. Y el mismo leproso tenía que anunciar su lepra para que nadie se le acercara. 4. Vamos a leer en el Evangelio de San Lucas la historia de los 10 Leprosos. Lc. 17, 15-19. Estos leprosos se acercaron a Jesús, pero a cierta distancia. Habían oído que Jesús curaba enfermedades y tenían fe que Jesús podría sanarlos. Efectivamente, Jesús los sana, pero no de inmediato, sino que les dice que vayan a presentarse a los Sacerdotes. Eso era lo que mandaba la Ley para cuando un leproso quedaba curado, de manera que el Sacerdote confirmara la curación y así pudieran volver a vivir con las personas sanas. Y, yendo de camino, los 10 leprosos se dieron cuenta que habían quedado curados. Deben haber sentido una alegría enorme al ver que ya no tenían esas llagas. 5. Pero ¿qué pasó? ¿Qué creen ustedes que debían haber hecho todos los 10 enfermos? Debían haber agradecido a Jesús. Pero sólo uno de ellos regresó. ¡Fue el único agradecido! Y a Jesús le gustó mucho que le agradeciera. Y como que no le gustó mucho que los otros 9 no lo hicieran. 6. ¿Qué nos enseña esta historia de Jesús y los 10 leprosos? Que Dios desea nuestro agradecimiento. Si debemos agradecer a los demás por los favores que nos hacen, por cuidarnos, por prepararnos la comida, etc., ¿cuánto más a Dios? 7. Vamos a ver, qué cosas creen que podemos agradecer a Dios. Lo primero es el habernos creado, el habernos dado vida. El mantenernos con vida. El habernos creado para gozar de la felicidad eterna con El en el Cielo. Pero Dios nos está ayudando en todo momento durante nuestra vida, a lo largo de cada día. Hay que darle las gracias en todo momento. ..... Gracias por todo lo bueno que Dios nos regala.
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