LECCION # 13 EL PERDON DE LOS PECADOS (versión resumida) |
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* ¿Por qué debemos pedir perdón a Dios al pecar? Porque Jesucristo nos ha prometido perdonar nuestros pecados, aunque sean muy, muy graves. Pero para ser perdonados por Dios, debemos pedirle perdón y estar verdaderamente arrepentidos de haberle ofendido. * Además de pedir perdón por nuestros pecados, ¿qué más hay que hacer? Confesarnos en el Sacramento de la Confesión. * ¿Qué es la Confesión? Es el Sacramento, instituido por Jesucristo para perdonar los pecados que cometamos después del Bautismo. * ¿Cuándo instituyó Jesucristo el Sacramento de la Confesión? Fue la misma tarde de su Resurrección. Los Apóstoles estaban reunidos, encerrados por miedo a lo que les podían hacer y Jesús Resucitado se les presentó en el sitio donde estaban. Y les dijo:
* ¿Cuántas clases de pecado hay? Es una ofensa grave a la Ley de Dios, como por ejemplo, el asesinato, el aborto, relaciones sexuales fuera o antes del Matrimonio Eclesiástico, la masturbación, etc. Un solo pecado mortal mata la Vida de Dios en el alma y es causa de castigo eterno, a menos que la persona se arrepienta y se confiese. Para cometer pecado mortal deben haber 3 condiciones: . Materia grave . Pleno conocimiento de que es grave . Pleno consentimiento para hacer lo que la persona sabe bien que es grave. 2. Pecado venial: Es una ofensa menos grave a Dios, que no mata la Vida de Dios en el alma, pero sí la debilita y predispone a la persona a cometer pecados más graves. Por eso es conveniente confesarse aunque haya sólo pecados veniales. Los pecados veniales no son causa de castigo eterno, pero sí impiden que vayamos al Cielo y requieren la purificación del Purgatorio. * ¿Cuáles son las condiciones para hacer una buena Confesión: 1. Examen de Conciencia: Debemos hacer una revisión de nuestra vida espiritual y especialmente de los pecados que hemos cometido, desde la última confesión bien hecha. 2. Arrepentimiento: Debemos estar verdaderamente arrepentidos de los pecados. Hay 2 tipos de arrepentimiento, uno mejor que el otro: . Arrepentimiento imperfecto o atrición: estamos arrepentidos por temor a las consecuencias del pecado (el castigo del infierno o la purificación del purgatorio). . Arrepentimiento perfecto o contrición: estamos arrepentidos porque hemos ofendido a Dios con nuestros pecados. La ventaja del arrepentimiento perfecto es que perdona los pecados veniales, pero también perdona los mortales, si hay la firme resolución de confesarse en cuanto sea posible. Para recibir el Sacramento de la Penitencia sólo hace falta el arrepentimiento imperfecto. Sin embargo, es claro que a Dios le complace mucho más el arrepentimiento perfecto. Y las gracias recibidas son muchas más con este tipo de arrepentimiento. 3. Propósito de enmienda: Consiste en tener una firme decisión de no volver a pecar y de evitar todas las ocasiones de pecado. Ocasiones de pecado son personas, actividades, sitios o cosas que sabemos nos llevan a pecar. Por eso debemos evitar ponernos en situación de ser tentados, si sabemos que en esa situación hemos pecado con anterioridad o si sospechamos que podemos pecar. 4. Decir los pecados al Confesor: Cuando nos confesamos, es cierto que estamos ante un Sacerdote. Y el Sacerdote oye nuestros pecados para poder perdonárnoslos. Pero, en realidad, le estamos confesando nuestros pecados al mismo Dios, pues el Sacerdote toma el lugar de Jesús en el Sacramento de la Confesión. Debemos confesar todos los pecados mortales. Y, aunque no es requerimiento confesar los veniales, la Iglesia recomienda hacerlo, porque eso nos ayuda a formar nuestra conciencia, a luchar mejor contra las tentaciones y a dejarnos sanar por Jesucristo. |
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